Qué es la envidia

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¿Qué es la Envidia? ¿Es malo sentirla?

Es un sentimiento de comparación con los demás. Cuando tienes la sensación de que algo que sería justo que tuvieras no lo tienes por alguna razón.

Sientes que otras personas lo han conseguido y tú crees que jamás lo vas a conseguir. Es un síntoma de que algo está fallando.

Sin embargo, también es importante que aprendamos a normalizarlo. Pues todos la sentimos en algún momento de nuestra vida.

El ser humano es envidioso. Es inevitable a lo largo de la vida. Pero cuidado. Porque cuando se convierte en parte de tu día a día y se convierte en una obsesión, aparece la envidia tóxica.

Normalmente la envidia se despierta por los siguientes aspectos:

  1. Por ejemplo por el dinero.
  2. También por el estado sentimental.
  3. Además por la fertilidad.
  4. Atractivo físico.
  5. Peso.
  6. Éxito profesional.
  7. Por último por el éxito en redes sociales.

Envidia sana y envidia insana.

  • Envidia sana. Nos permite crecer, nos moviliza. Y nos ayuda a recuperar control sobre nuestra vida. Identificamos fortalezas en nosotros mismos y nos permite crecer. Esta envidia es la que hay que normalizar y sacarle el lado positivo. Sin desviar el foco. Es decir concentrados en nosotros y nuestros objetivos. Por ejemplo, podemos envidiar a alguien que haya triunfado en la vida. Y haya conseguido muchos logros. Y que entonces nosotros trabajemos duro porque también deseamos conseguir algo parecido.
  • Envidia insana. Perdemos el foco. Enorme sufrimiento interior. Se pierde el foco en nuestra vida y focalizamos en la vida de los otros. Si miras al de al lado difícilmente vas a progresar. Por ejemplo, envidiar a quien ha llegado lejos en la vida. Y quedarnos envidiándole, criticándole y odiándole. En lugar de centrarnos en nosotros mismos.

Por tanto, la energía que malgastamos en los demás, si la reconducimos a nosotros mismos. Es un buen motor de vida. Puede llegar a ser enormemente poderosa. 

¿Qué hacer para tener envidia sana?.

  • En primer lugar renfocarte, control interno. Reevaluar objetivos. 
  • Encontrar herramientas y ver si puedes alcanzarlo o no. Buscar la forma de llegar hasta tus objetivos en lugar de enfocarte en el otro y seguir envidiándole.
  • Cambiar la palabra envidiar por la de admirar. Admiremos a la gente, hagamos una referencia para que nos ayude en nuestros objetivos.
  • Verbalizar. Decirle a la gente la envidia que te da. Es liberador. “Jo, qué envidia me da esto que haces tan bien”. Cambia el grado de toxicidad de la envidia. 
  • Envidiados. A pesar del machaque al día a día. Si te envidian es porque algo muy valioso tienes que tener. Y no precisamente materiales. 

“Lo que ocultas te somete lo que cuentas te libera”

Sara Montealegre

Psicóloga

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