Mi hijo no habla, ¿qué hago?
Muchos son los padres a los que les surgen dudas acerca del desarrollo y la adquisición del lenguaje de sus hijos. Es un hito de desarrollo muy significativo. Que marcará el desarrollo y el aprendizaje del pequeño para siempre.
En torno a los dos años suele aparecer una esta llamada explosión de vocabulario. En la que se hace evidente la adquisición del mismo. Y el comienzo de la formación de la combinación de palabras para formar oraciones.
Es este momento cuando comparas el vocabulario de tu hijo con otros niños y comienzan las dudas.
Prerrequisitos del lenguaje
Antes del que el niño comience a hablar, para comunicarse se necesitan tener unos requisitos previos. Estos nos a ayudaran a estimular las habilidades prelingüísticas. Y será estos hitos en los que nos fijaremos a la hora de poder realizar una valoración acerca del pronóstico del niño:
- En primer lugar, contacto ocular. Consiste fijar la mirada en los ojos del interlocutor. Aporta información relacionada con la comunicación no verbal. Y permite centrar la atención en el lenguaje y el mensaje de la otra persona.
- Atención: es básica para la percepción de sonidos, fonemas, claves auditivas y visuales de la comunicación.
- Imitación: antes de solicitar al niño que imite una palabra o un sonido, debe ser comprobado que posee capacidad de imitar movimientos y gestos. Y probar más tarde con sonidos. El aprendizaje por imitación es uno de los más efectivos, los niños imitan de manera insconsciente el lenguaje e incuso la voz de los padres, por eso es imprescindible dar un modelo claro, adaptado y pausado.
- Permanencia del objeto: la capacidad para comprender que un objeto sigue existiendo aunque no esté presente en nuestro campo visual.
- Juego simbólico: es uno de los juegos más importantes en el desarrollo del niño o la niña, es parte fundamental durante la construcción y desarrollo del lenguaje, la capacidad cognitiva y la socialización. Es jugar “como si fuéramos papás y mamás, profesores…” “tomar té con tazas imaginarias”…
- Turnos: imprescindible para una protoconversación. Escuchar y recibir información mientras se espera para más tarde procesarla devolverla.
- Protoimperativos y protodeclarativos: gestos que hace el niño para captar la atención del adulto y gestos que hace para conseguir objetos, por ejemplo: señalar un juguete para que su madre se lo dé.
Estos son algunos aspectos a tener en cuenta si tu hijo no habla.
Paula Ágreda
Logopeda
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