Cómo saber si mi hijo tiene autismo

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Cómo saber si mi hijo tiene autismo

Cómo saber si mi hijo tiene autismo y detectar si un niño podría tener autismo implica observar su comportamiento y desarrollo en varias áreas de su vida, a nivel social, familiar, de aprendizajes y de desarrollo. Es necesario valorar a nivel cognitivo cada área si se está desarrollando como el resto de ellos niños de su edad, para ello existen pruebas específicas con baremos en los que podemos obtener puntuaciones percentiles de su desarrollo a nivel cognitivo.

Suele ocurrir que a veces unas áreas se desarrollan por debajo de lo esperado por edad cronológica, mientras que otras pueden desarrollarse muy por encima. Si queremos ayudar a nuestro hijo es importante identificar epatas áreas para poder ayudarle.

 Sin embargo, ten en cuenta que solo un profesional de la salud, como un psicólogo o un neurólogo infantil, puede realizar un diagnóstico definitivo. A continuación te damos algunos indicadores comunes que podrían sugerir la necesidad de una evaluación.

Cómo saber si mi hijo tiene autismo Signos:

  1. Comunicación: Presta atención al desarrollo del lenguaje. La falta de lenguaje hablado para pedir, apoyándose más en el uso de gestos y expresiones faciales pueden ser signos de autismo. También, observa si hay dificultades para iniciar o mantener conversaciones. Mejorar la Atención de tu hijo desde pequeño, le ayudará a mejorar su comunicación, en este curso: Cómo mejorar la Atención
  2. Interacción social: Los niños con autismo a menudo tienen dificultades para establecer relaciones sociales. Observa si tu hijo tiene problemas para hacer amigos, muestra falta de interés en interactuar con otros o no comprende bien las emociones de las personas. Puedes ayudarle a mejorar sus habilidades sociales con este curso: Habilidades Sociales
  3. Comportamientos repetitivos: Fíjate en si tu hijo se involucra en comportamientos repetitivos o estereotipados, como el balanceo constante, el aleteo de manos o el enfoque obsesivo en ciertos objetos o temas.
  4. Sensibilidad sensorial: Los niños autistas pueden tener hipersensibilidad o hipoactividad a estímulos sensoriales como la luz, el sonido o el tacto. Observa si tu hijo reacciona de manera inusual a estímulos sensoriales.
  5. Dificultades en la rutina: Los cambios en la rutina pueden ser desafiantes para los niños con autismo. Fíjate si tu hijo se angustia cuando se enfrenta a modificaciones en su entorno o actividades diarias.
  6. Desarrollo motor y cognitivo: Observa si tu hijo alcanza los hitos del desarrollo, como caminar, hablar y jugar, a un ritmo que se espera para su edad. El retraso en estas áreas podría ser un indicador.

Si observas varios de estos signos en tu hijo, es importante buscar la evaluación de un psicólogo infantil a poder ser experto en aprendizajes. Cuanto antes se realice una evaluación, más temprano se puede proporcionar apoyo y terapia para potenciar aquellas capacidades que se están desarrollando por debajo de lo esperado. También, podemos comentarte qué puedes hacer en casa para ayudar a tu hijo en aspectos como el lenguaje o el habla y la atención cuando no la mantiene y no nos mira a los ojos.

Ten en cuenta que cada niño es único, y los síntomas del autismo pueden variar ampliamente. Un diagnóstico adecuado es esencial para guiar el tratamiento y la intervención.

El autismo, técnicamente conocido como Trastorno del Espectro Autista (TEA), es una afección del desarrollo neurológico que afecta la comunicación, la interacción social, el comportamiento y las habilidades cognitivas de una persona. Se caracteriza por una amplia gama de síntomas y se considera un “espectro” porque varía en gravedad y presentación de un individuo a otro.

Cómo saber si mi hijo tiene autismo Casos leves

Podemos encontrar un amplio rango de niños que presentan:

  • Una alta inteligencia, con una capacidad espacial buenísima a nivel cognitivo, superdotados, pero con dificultad para relacionarse con los iguales y tener amigos
  • Niños con una sobredotación para alguna capacidad, como por ejemplo el razonamiento espacial, y habilidades cognitivas algo inferiores en el lenguaje, a los que también les cuesta relacionarse
  • Niños aparentemente con un índice de desarrollo cognitivo normal, pero que les cuesta entender las emociones de los demás o las situaciones sociales

Algunos de los síntomas comunes del autismo 

  1. Dificultades en la comunicación: Puede manifestarse como retraso en el habla, dificultad para mantener conversaciones, uso repetitivo de palabras o frases, y falta de expresión facial y contacto visual.
  2. Problemas en la interacción social: Los niños con autismo pueden tener dificultades para establecer relaciones, comprender las emociones de los demás y participar en juegos sociales.
  3. Comportamientos repetitivos: Esto puede incluir movimientos repetitivos de las manos, balanceo del cuerpo, enfoque obsesivo en intereses específicos, entre otros.
  4. Sensibilidad sensorial: Algunos niños con autismo son hipersensibles o hipoactivas a estímulos sensoriales como la luz, el sonido, el tacto o el gusto.

El autismo conlleva un amplio rango de diferencias entre los niños y pueden tener una amplia variedad de habilidades y dificultades. El diagnóstico y la intervención tempranos son fundamentales para ayudar a los niños con autismo a desarrollar sus habilidades y alcanzar su máximo potencial. El tratamiento y el apoyo varían según las necesidades de cada individuo y pueden incluir terapias conductuales, terapia del habla, terapia ocupacional y otros enfoques personalizados a cada niño.

Si has recibido un diagnóstico de autismo para tu hijo, es importante tomar medidas para proporcionar el mejor apoyo y atención posible.

Pautas sobre qué hacer si tu hijo es autista

  1. Busca apoyo profesional: Consulta con un equipo de profesionales de la salud especializados en autismo, como neurólogos infantiles, psicólogos, terapeutas del habla y terapeutas ocupacionales. Ellos pueden evaluar las necesidades específicas de tu hijo y desarrollar un plan de tratamiento adecuado, así como asesorarte para saber qué hacer.
  2. Comprende el TEA: Investiga y aprende sobre el autismo. Cuanto más comprendas la condición, mejor podrás ayudar a tu hijo. Las organizaciones, libros y recursos en línea pueden proporcionarte información valiosa.
  3. Terapia temprana: La terapia temprana es esencial. La Terapia de Comportamiento Aplicado (ABA) es un enfoque comúnmente utilizado para ayudar a los niños con autismo a desarrollar habilidades sociales, comunicativas y conductuales.
  4. Comunicación: Trabaja en el desarrollo de habilidades de comunicación. Esto podría incluir terapia del habla y lenguaje para ayudar a tu hijo a mejorar sus habilidades de comunicación verbal y no verbal.
  5. Entorno de apoyo: Crea un entorno en el que tu hijo se sienta cómodo y seguro. Establece rutinas predecibles y considera las necesidades sensoriales de tu hijo.
  6. Participa en grupos de apoyo: Únete a grupos de apoyo locales o en línea donde puedas conectarte con otros padres que tienen hijos con autismo. Compartir experiencias y consejos puede ser muy útil.
  7. Educación inclusiva: Asegúrate de que tu hijo reciba una educación inclusiva y adaptada a sus necesidades. Trabaja en colaboración con el personal de la escuela para garantizar que se proporcionen los apoyos necesarios.
  8. Fomenta las fortalezas: Aprovecha las fortalezas e intereses especiales de tu hijo. Esto puede ayudar a desarrollar su autoestima y habilidades.
  9. Cuida de ti mismo: Cuidar a un niño con autismo puede ser desafiante. No descuides tu bienestar físico y emocional. Busca apoyo para ti mismo y tu familia.
  10. Planificación a largo plazo: A medida que tu hijo crece, planifica para su futuro. Considera la transición a la edad adulta y las opciones de vivienda, empleo y apoyo continuo.
  11. Trabaja las emociones y la empatía: Algo que suele ser deficitario en estos niños y que es un punto clave para su óptimo desarrollo, un psicólogo infantil sabrá cómo hacerlo.

Recuerda que cada niño es único, y lo que funciona para uno puede no funcionar para otro. La paciencia y la adaptabilidad son clave en el viaje del autismo. Busca el apoyo necesario y trabaja en conjunto con profesionales y terapeutas para ayudar a tu hijo a alcanzar su máximo potencial.

Mejor terapia para un niño autista

La elección de la mejor terapia para un niño autista depende de sus necesidades y características individuales. No hay una terapia única que sea la mejor para todos los niños con autismo. En su lugar, se suelen utilizar enfoques terapéuticos combinados. Aquí hay algunas terapias y enfoques comunes que suelen ser efectivos:

  1. Terapia de Comportamiento Aplicado (ABA): A menudo se considera una de las terapias más efectivas para niños con autismo. Se centra en enseñar habilidades sociales, comunicativas y conductuales a través de un enfoque estructurado y recompensas.
  2. Terapia del habla y lenguaje: Ayuda a los niños a desarrollar habilidades de comunicación verbal y no verbal, mejorar la articulación y comprender y expresar mejor el lenguaje.
  3. Terapia ocupacional: Puede ser beneficiosa para trabajar en habilidades motoras finas, manejo de la sensibilidad sensorial y el desarrollo de la independencia en las actividades de la vida diaria.
  4. Terapia de Inteligencia Emocional: Comprender las emociones, los sentimientos tanto en uno mismo como en el otro, y poder responder a ello de manera adecuada. Saber interaccionar con los demás en base a sus necesidades y las de los demás. Suele ser el gran déficit de los niños con autismo por lo que consideremos prioritario que sea abordado cone l niño cuanto antes.
  5. Habilidades sociales: Que en estos casos no consiste solo en aprender cada una de ellas y practícalas cada día para que surjan de manera natural en el contexto social, también es necesario e importante comprender las situaciones sociales que se dan en los diferentes contextos e interpretaras para poder responder a ellas de la manera adecuada.
  6. Terapia de juego dirigido: Fomenta el juego interactivo y social, lo que puede ser útil para mejorar las habilidades de interacción social y la comunicación.
  7. Terapia de integración sensorial: Si tu hijo tiene sensibilidades sensoriales, esta terapia puede ayudar a regular y gestionar esas sensibilidades.
  8. Musicoterapia: La música puede ser una herramienta poderosa para la expresión y la comunicación, y puede ayudar a desarrollar habilidades sociales y emocionales. Podemos considerarla como un complemento pero no como una terapia en si misma, sino como parte de la estimulación sensorial que siempre es de ayuda.
  9. Terapia cognitivo-conductual: En casos de ansiedad o problemas de comportamiento, la terapia cognitivo-conductual puede enseñar estrategias de afrontamiento.
  10. Programas educativos especializados: La educación especializada que se adapta a las necesidades individuales de tu hijo, a menudo en un entorno inclusivo, es esencial.

La elección de terapia dependerá de una evaluación realizada por un profesional de la salud que determinará las necesidades específicas de tu hijo. Trabaja en colaboración con estos profesionales para desarrollar un plan de tratamiento que se adapte a las necesidades individuales de tu hijo. Recuerda que lo más efectivo suele ser un enfoque combinado que aborde múltiples áreas de desarrollo.

Qué profesional debería trata a mi hijo con autismo

El tratamiento del autismo suele ser abordado por un equipo multidisciplinario que puede incluir profesionales como psicólogos, terapeutas del habla, terapeutas ocupacionales y pediatras, entre otros. El enfoque varía según las necesidades específicas del niño, y es común utilizar terapias conductuales y educativas. Es fundamental consultar con un pediatra o un especialista en desarrollo infantil para obtener orientación y recomendaciones específicas para cada caso.

  1. Psicólogos: Especializados en evaluación y tratamiento de trastornos del desarrollo, de la conducta, de las emociones y del cerebro. Un psicólogo infantil experto en el desarrollo y aprendizaje infantil será el profesional de primera mano a necesitar de cara a que realice un programa individualizado para las necesidades y dificultades que presenta tu hijo. Es el profesional que más va a ayudar a tu hijo, además también suelen ser expertos en lenguaje y le dan un enfoque más integral que un logopeda, por lo que es imprescindible que trabaje también este área.
  2. Terapeutas del habla y lenguaje: Ayudan a mejorar habilidades de comunicación verbal y no verbal. Aquí estaría el trabajo del logopeda o de un psicólogo infantil o de un pedagogo, cada uno ayudará a tu hijo en un enfoque diferente. El logopeda trabaja las estructuras básicas del lenguaje, un pedagogo le ayuda en los aprendizajes de una manera más integral, y el psicólogo le ayuda desde trabajar las conductas prelingüísticas  que son a anteriores al lenguaje y que le van a ayudar a que pueda aprender a comunicarse, a una vez adquirido el lenguaje poder integrarlo con las emociones y aprender a ser competente en las conductas sociales que se den en su día a día.
  3. Terapeutas ocupacionales: Trabajan en habilidades motoras y actividades de la vida diaria.
  4. Educadores especializados: Desarrollan programas educativos adaptados a las necesidades del niño.
  5. Pediatras o médicos especializados en desarrollo infantil: Supervisan la salud general y el progreso del niño.
  6. Psiquiatras infantiles: Pueden recetar medicamentos si es necesario.
  7. Asistentes sociales: Apoyan a la familia y ayudan a acceder a recursos comunitarios. Busca solicitar una discapacidad para tu hijo y benefíciate de las ayudas sociales.
  8. Neurólogos: En algunos casos, se consultan para evaluar problemas neurológicos.

La colaboración entre estos profesionales es esencial para proporcionar un enfoque integral y adaptado a las necesidades individuales del niño con autismo.

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