Cómo ser asertivo
A menudo cuando se piensa en el hecho de realizar una crítica, vienen a la mente palabras. Como discusión, ofensa, malestar o enfrentamiento.
Sin embargo, cuando se habla de asertividad, se incluye dentro de esta habilidad la capacidad para expresar disconformidad. Así como desagrado o crítica de una forma no invasiva y/o agresiva.
Sin llegar a confrontaciones o disputas que puedan ocasionar malestar o enfado. Expresando los propios puntos de vista y desacuerdos. Entonces cómo ser asertivo.
No obstante, y ante la posible dificultad que puede entrañar el expresar sentimientos y opiniones negativos a cerca de otro. Con frecuencia es necesario tanto un entrenamiento en este sentido. Como el seguimiento de una serie de consejos y pautas para afrontar estas situaciones de forma exitosa. Sin llegar a la discusión y sin ofender al otro. En resumen consiguiendo al mismo tiempo que la propia opinión sea tomada en cuenta y escuchada.
Así pues, algunos consejos para expresar y hacer consciente al otro del propio desacuerdo. Y malestar son:
- En primer lugar escoger el momento y lugar apropiado. Es aconsejable que se busque un lugar protegido y privado. No vale cualquiera.
- Del mismo modo es importante elegir el momento propicio para ello, no es conveniente iniciar la conversación “en caliente” ni ante una situación que pueda resultar estresante.
- Igualmente es importante acercarse al otro mediante una aproximación amistosa para de este modo, asegurase de que se va a ser escuchado, para lo cual se necesita al tiempo que la otra parte de la interacción no se sienta agredida.
En este punto es importante tener en cuenta que cuando se transmite un mensaje de forma no asertiva, el interlocutor únicamente recibe el estado alterado del emisor y no el mensaje; por el contrario, si se emite un mensaje de forma asertiva, éste es más probable que sea escuchado.
- Expresar un comportamiento objetivo, esto es, hacer una descripción clara y concisa del comportamiento objeto de la queja o crítica, sin juzgar ni entrar a valorar ese comportamiento del otro (por ejemplo, “el otro día cuando estábamos en la reunión de trabajo…”).
- Manifestar y describir la emoción que se ha sentido, en primera persona, hablando desde el “yo” (por ejemplo, “yo me sentí triste, enojado, etc. en esa situación…”).
- Por último, comunicar la esperanza frustrada o la necesidad que se siente y no ha sido satisfecha (por ejemplo, “el otro día cuando estábamos en la reunión de trabajo me sentí enfadado ya que me sentí fuera del equipo y no tenido en cuenta para tomar la decisión”).
Añadir este punto es más eficaz que describir simplemente nuestra emoción.
Con todo esto, y haciendo uso de estas orientaciones, es más probable que nuestro mensaje llegue al receptor y sea tenido en cuenta, con lo que las dos partes participantes en la interacción se encontrarán satisfechas.
Estas son algunas ideas de cómo ser asertivo.
Aida Mañero Ocarranza
Psicóloga Sanitaria
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