Castigar sin deporte
“Pues como no has aprobado te quedas sin ir a entrenar´´.O “te quedas sin ir al partido del fin de semana´.
Estas frases son muy comunes entre los padres hoy en día. Pero castigar al niño sin deporte no es la mejor idea. El ejercicio físico en los niños es esencial. No solo ayuda a prevenir el sedentarismo. Sino que además les aporta diversos beneficios tanto a nivel físico como a nivel mental, tales como:
- En primer lugar, sentido de responsabilidad. Asimilarán e integrar una serie de normas que deberán seguir. Para poder practicar el deporte que les gusta. Aprenderán que la constancia es necesaria para alcanzar sus objetivos.
- Además ayuda a desarrollar sus habilidades sociales. Los deportes grupales les ayudan a interactuar con otros niños. Establecer lazos de amistad y a fomentar el compañerismo y el trabajo en equipo.
- Ayuda a desarrollar la motricidad y la coordinación: les ayuda a coordinar mejor los movimientos y a desarrollar una mayor agilidad
- Ayuda al equilibrio emocional destensando a la persona de situaciones emocionales complicadas o incluso de los pequeños problemas que surgen en el día a día
- Aumento de la autoestima y la autoconfianza, así como de la capacidad de superación.
- Capacidad de esfuerzo y sufrimiento. Al empezar, cuesta mucho empezar a practicar un deporte ya que requiere sufrimiento y esfuerzo, pero esto ayuda a los niños a aprender a sobrellevar ese sufrimiento y valorar la recompensa y satisfacción del esfuerzo, proporcionando a los niños un aprendizaje que luego podrán aplicar al resto de ámbitos de su día a día.
- Mayor capacidad de concentración: está demostrado que le hacer ejercicio físico a lo largo del día ayuda a una mayor concentración posterior. Aumentando el rendimiento escolar si se combinan las tareas del colegio y el deporte.
- Mayor aprovechamiento del tiempo: los niños deben organizar bien el tiempo para poder llegar a todo. Este aprendizaje si se adquiere desde pequeños será más fácil aplicarlo cuando sean mayores y el colegio requiera más horas de estudio, sacando así un mayor rendimiento a su día a día, siendo capaz de compaginar el colegio, el deporte y la vida social.
Como mencionamos en un post anterior, al “castigarle´´ sin ir a entrenar o al partido, estamos haciendo que la conducta de estudiar y aprobar se rija por patrones extrínsecos. Por lo que sería recomendable aumentar el nivel de motivación intrínseca del niño hacia el estudio y el colegio, haciéndole a él responsable de sus conductas.
Lucía Ongil
Psicóloga
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