Los profesionales en el daño cerebral

0
653

Los profesionales en el Daño Cerebral Adquirido

El Daño Cerebral Adquirido (DCA), es el daño ocasionado bien por un agente externo o interno al Sistema Nervioso Central. Este daño puede producir alteraciones en diferentes capacidades:

  • Físicas.
  • Cognitivas.
  • Sensoriales.
  • Emocionales.
  • Conductuales.

Las consecuencias y las repercusiones pueden ser muy diversas y el grado de afectación muy diferente. Ello, está en función de la parte afectada, del tipo de lesión, la gravedad, la edad, el nivel educativo,…

La etiología es muy variada pero entre las causas más habituales se encuentran:

  • Traumatismo craneoencefálico (TCE), sobre todo entre personas más jóvenes. Por ejemplo, un golpe o caída en el trabajo, durante la práctica deportiva, un accidente de tráfico, un proyectil,…
  • Accidentes cerebrovasculares (ACV), sobre todo en personas a partir de 60 años de edad: infarto cerebral, hemorragia cerebral.
  • Tumores cerebrales.
  • Anoxias/hipoxias
  • Enfermedades infecciosas.

La globalidad de las alteraciones y dificultades que pueden darse, implicará la mayor o menor participación de cada profesional. Dependerá entonces, de las secuelas y las necesidades que requiera no solo cada paciente, sino también su familia y entorno. Teniendo en cuenta además, que la repercusión también puede darse en el ámbito social, educativo y laboral.

Los profesionales que van a estar implicados han de estar especializados en muy diferentes áreas:

  • Psicología Clínica/Sanitaria.
  • Neuropsicología.
  • Neurología.
  • Trabajo Social
  • Fisioterapia.
  • Logopedia.
  • Enfermería.
  • Psiquiatría.
  • Medicina rehabilitadora.

Pero también, es de vital importancia, disponer de un equipo multidisciplinar que aborde este daño de manera conjunta e integral. Este tipo de intervención coordinada dentro del marco terapéutico global, facilita y permite mejores resultados durante el proceso rehabilitador.

Ha de haber además, una estrecha relación y una adecuada coordinación con los familiares. No hay que olvidarse de la actuación de la familia como coterapeuta. Ni tampoco olvidarse de que el familiar ejerce como cuidador y por lo tanto, también es paciente. Así, durante la intervención, el paciente, los familiares y los profesionales serán las personas que estén implicados en la misma.

Los tratamientos han de ser individualizados, centrados en cada caso particular y ajustado a las necesidades de cada paciente.

La idea de un trabajo y una rehabilitación multidisciplinar en la lesión cerebral se refiere a que:

  • El paciente pueda disponer de la mayor autonomía y funcionalidad posibles,
  • el paciente no tenga que depender tanto de los familiares,
  • su funcionamiento cognitivo sea mejor y,
  • los familiares puedan disponer de más tiempo para ellos mismos.
  • En general, mejor readaptación y mejor calidad de vida tanto en el paciente como en cuidadores.

Miriam Benavides

Psicóloga Sanitaria