Medidas ante las primeras señales de insomnio

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Medidas ante las primeras señales de insomnio

El sueño, y en concreto el descanso, son factores muy relevantes para el adecuado funcionamiento de nuestro organismo; por esto, aproximadamente un tercio de las horas que contiene el día, se invierten en dormir.

Así, con un adecuado descanso es posible afrontar de forma más eficaz las tareas laborales, el ocio, el deporte…, por tanto, a través de un sueño reparador se podrán asumir con mayor éxito los diferentes obstáculos y qué haceres del día a día.

Debido a la importancia que tiene el descanso para el ser humano, diversos han sido los estudios encaminados a lograr que los individuos consigan un sueño reparador y adecuado. Del mismo modo, el énfasis en la consecución de avances en este sentido se sustenta en la elevada prevalencia del insomnio como patología principal o asociada a otras.

Se considera que de entre los dos tipos de insomnio, a saber, insomnio primario y secundario, el insomnio secundario es el más frecuente y el que presenta al mismo tiempo un mejor pronóstico en lo relativo a su tratamiento.

Con esto, y con el objetivo de atajar las primeras muestras de insomnio, a continuación se ofrecen una serie de medidas las cuales deben ser seguidas y en caso necesario acompañadas de una terapia psicológica para una resolución total y global del problema:

  • Mantener un horario diario en el que siempre se fije la misma hora para acostarse y para levantarse.

 

  • Evitar el consumo de bebidas con cafeína, teína y otros estimulantes cerca de la hora de acostarse.

 

  • Llevar a cabo actividades relajantes y calmantes antes de ir a dormir.

 

  • Propiciar un ambiente relajado y con una luz tenue antes de ir a dormir.

 

  • Evitar el uso de teléfonos móviles, tablets, televisión… en la habitación dónde se duerme, puesto que igualmente activan al sujeto y no permiten una asociación directa entre el descanso y esa estancia.

 

  • Hacer ejercicio frecuente, pero nunca cerca de la hora de acostarse, para evitar la activación que se produce.

 

  • Realizar cenas ligeras que permitan hacer una fácil y buena digestión.

 

  • Realizar alguna técnica de relajación (progresiva, diafragmática, en imaginación…)

 

Aida Mañero Ocarranza

Psicóloga Sanitaria