Papel de padres en terapia logopédica
La reeducación logopédica, requiere de un cambio de pautas, hábitos o conductas que se han realizado hasta el momento. La rehabilitación, en cambio, consiste en la implementación de nuevas rutinas y estrategias.
Ambas, suponen un esfuerzo para quien las lleva a cabo. Cuando trabajamos con pacientes adultos, son ellos mismos los que, como consecuencia de un malestar, o de haberse dado cuenta que quiere cambiar algo de su vida, pide ayuda a un profesional.
Con los niños, es diferente. Suelen ser los padres (o figuras de apego cercanas responsables del cuidado del niño) quienes notan una dificultad o problema y acuden al especialista. Aquí ya existen claras diferencias: el niño no tiene la motivación intrínseca de ver su mejoría, o incluso simplemente ellos son ajenos a sus dificultades o no las saben reconocer bien.
Es por todo ello que la constancia y la comunicación con ellos es primordial. Es habitual el niño que hace extraescolares o tareas sin saber cuál es el propósito de todo ello, y hay que explicarles, con un lenguaje adaptado a su entendimiento, el por qué de las cosas.
El papel de los padres es fundamental para brindarle la seguridad y motivación que los niños necesitan. Además, de apoyar al logopeda. Los padres pasan la mayor parte del tiempo con los niños, por ello, las estrategias que puedan ser adquiridas durante las sesiones deben ser puestas en práctica en múltiples contextos gracias a la ayuda de los padres.
El logopeda, por tanto, debe actuar como un guía para resolver cualquier duda que los padres puedan tener y además como un apoyo. Por un lado, trabajara con el niño de manera individual para dotarle de recursos y estrategias y por otro, trabajará a la par con los padres, que se convertirán en los verdaderos terapeutas de sus hijos, para que se automatice y generalice lo aprendido.
Paula Ágreda
Logopeda
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