Psicología Madrid: Qué es la dimorfofobia
La dismorfofobia o también llamado trastorno dismórfico corporal (TDC), consiste en la percepción y valoración distorsionada de una parte o de la totalidad corporal de la persona, que deriva en una excesiva preocupación, obsesión y atención focalizada del defecto físico. En la mayoría de los casos, esta preocupación exagerada sobre el defecto corporal es imaginaria, pero es posible que sea real, sin embargo se magnifica de manera extrema, produciendo un alto malestar psicológico e interfiriendo de manera notoria en la vida cotidiana, destacando el deterioro de las relaciones personales, laborales y sociales.
Las alteraciones perceptivas que se producen sobre la imagen corporal y la excesiva preocupación que conllevan, acaban derivando a un miedo extremo a mirarse aquello que se percibe como “defecto, deformación o desfiguración”. En otros casos pueden llegar a mirarse excesivamente al espejo devaluando lo que percibe como “deformado” y generando un deterioro de la autoestima a nivel global, siendo esta fobia, el centro de sus vidas.
Es importante destacar que esta percepción negativa y obsesiva crea un alto sufrimiento emocional, ya que la persona lo valora de manera negativamente significativa y no tanto como complejo o malestar de una parte de su cuerpo que no le gusta.
Dependiendo del individuo, la preocupación e insatisfacción puede focalizarse en algo concreto como pueden ser defectos faciales, cicatrices, la piel, el tamaño, el peso, la simetría, las extremidades, los olores, o por el contrario pueden darse en varias zonas corporales.
Este tipo de alteraciones pueden llegar a derivar en graves trastornos psicológicos. En algunos casos la dismorfofobia es un síntoma más del cuadro patológico que pueda presentar un individuo. En cambio, en otros casos como los trastornos de la conducta alimentaria (anorexia y bulimia) o en la vigorexia (dismorfofobia muscular), éste sería el síntoma principal de estas patologías.
Este trastorno afecta a un 2% de la población y un 30% de las personas que los sufren, presentan trastornos de la conducta alimentaria, ya que se encuentran vinculados con distorsiones perceptivas de la imagen corporal.
Según un estudio realizado en estudiantes universitarios, la preocupación en los hombres sobre la imagen refieren a partes del cuerpo como la cintura, el estomago y el peso de la masa muscular. En la las mujeres la preocupación corporal es distinta, ya que los datos hacían referencia a las caderas, los muslos y las nalgas (Raich, 2009).
El 80% de las personas que padecen esta patología, creen tener deformada varias partes de su cuerpo, presentado síntomas como una alta ansiedad, ansiedad social (derivando en aislamiento), baja autoestima, pensamientos obsesivos, compulsiones, depresión mayor y en casos más graves delirios y psicosis.
Este tipo de preocupaciones corporales están cada vez más igualados entre los hombres y las mujeres. Suelen comenzar en la etapa de la adolescencia y puede ir desapareciendo a lo largo la adultez, aunque en ocasiones puede llegar a cronificarse.
Es importante que desde los colegios, las familias y centros sociales, se fomente la prevención, así como la intervención precoz en estas etapas, con el fin de disminuir los trastornos de la conducta alimentaria y el inicio de otras posibles patologías.
Referencias bibliográficas
-Salaberria,K., Rodríguez, S., & Cruz, S. (2007). Percepción de la imagen corporal. Osasunaz, 8(2), 171-183.
-https://fobiasocial.net/dismorfofobia-trastorno-dismorfico-corporal-tdc-14728
Rocio Delgado
Psicóloga Sanitaria
