Riesgo trastorno alimenticio

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Riesgo de trastorno alimenticio

En entradas anteriores hemos hablado de qué son los trastornos de la conducta alimentaria, cuáles son sus síntomas y cómo poder detectarlos. Esta información es esencial, pero también es de gran importancia saber de dónde vienen estos trastornos y cuáles son sus principales factores de riesgo, para poder actuar antes de que aparezcan y sean un trastorno consolidado.

Los factores de riesgo de trastorno alimenticio, y el pronóstico asociados a la Anorexia Nerviosa tienen que ver con el temperamento, ambiente, así como factores genéticos y fisiológicos:

  • Temperamentales: según estudios, se ha visto ampliamente demostrado que los individuos que desarrollan trastornos de ansiedad o muestran rasgos obsesivos en la infancia tienen mayor riesgo de desarrollar anorexia nerviosa. También niños con padres tremendamente exigentes, y que cuando ellos eran pequeños presentaban obesidad, tienen un mayor riesgo documentado de padecer este trastorno de la conducta alimentaria.
  • Ambientales: la variabilidad histórica e intercultural que presenta la prevalencia de la anorexia nerviosa avala su relación con la cultura y los entornos en los que se valora la delgadez. Es decir, culturas en las que la delgadez es una característica deseable, existen mayor número de casos de anorexia que en culturas en las que esta característica no es tan valorada ni deseable. Este trastorno se sigue considerando más probable en Estados Unidos y Europa, así como en Australia o Nueva Zelanda, aunque su incidencia se desconoce en países con rentas medias y bajas, y es menos probable entre latinoamericanos o afroamericanos. También las profesiones y aficiones que alientan la delgadez, como ser modelo o deportista de élite, también se relacionan con un mayor riesgo trastorno alimenticio presentar la enfermedad.
  • Genéticos y fisiológicos: hay un riesgo incrementado de anorexia nerviosa y de bulimia nerviosa entre los familiares biológicos de primer grado con el trastorno. También se ha mostrado mayor riesgo de presentar trastornos bipolares y depresivos en individuos con anorexia nerviosa, particularmente aquellos casos en los que hay atracones y/o el subtipo purgativo. Es importante mencionar que los porcentajes de concordancia para la anorexia entre los gemelos monocigóticos son significativamente mayores que aquellos observados en dicigóticos.

Los factores de riesgo de trastorno alimenticio en cambio, a la Bulimia Nerviosa, tienen que ver con el temperamento, el ambiente, factores genéticos y fisiológicos, así como también han aparecido modificadores del curso:

  • Temperamentales: preocupaciones acerca del peso, baja autoestima, síntomas depresivos, ansiedad social, excesivo control del peso por parte de los padres u otros trastornos de ansiedad en la infancia pueden incrementar el riesgo de desarrollar bulimia nerviosa. Se ha comprobado que pacientes que sufren trastorno de la personalidad límite (TLP) tienen un mayor riesgo de desarrollar a su vez este trastorno.
  • Ambientales: la interiorización de un cuerpo ideal se ha visto comprobado como uno de los principales factores de riesgo. Aquellas personas que experimentan abusos físicos o sexuales en la infancia también se ha comprobado que incrementan el riesgo de desarrollar bulimia nerviosa en la edad adolescente o incluso en la edad adulta.
  • Genética y fisiología: factores como la obesidad en la infancia y en la pubertad incrementan de manera exponencial el riesgo de bulimia nerviosa. Otro factor que es un riesgo trastorno alimenticio. Puede existir incluso una transmisión familiar de este trastorno, así como marcadores genéticos de vulnerabilidad para el desarrollo de esta.
  • Modificadores del curso: en este caso, la gravedad de la comorbilidad psiquiátrica predice peores resultados a largo plazo en la bulimia nerviosa.

En ambos trastornos, es realmente importante valorar el riesgo de suicidio, ya que es muy elevado. Muchos pacientes que sufren estos trastornos refieren deterioros funcionales graves, siendo el ámbito social es que probablemente se pueda ver más afectado por este tipo de trastornos.

Con respecto al trastorno por atracones, ha sido mucho menos estudiado ya que hasta el DSM-5, creado en 2013, no se consideraba como un posible diagnóstico. Los factores de riesgo y pronóstico asociados a este trastorno tienen que ver, por el momento, con factores genéticos y fisiológicos ya que se ha demostrado que seguiría un patrón adictivo. Es decir, que se activan los mismos mecanismos cerebrales que en las adicciones a sustancias, por lo que los factores de riesgo serán probablemente los mismos que los presentados en esos trastornos. En cuanto a las consecuencias funcionales, este trastorno está asociado con un amplio rango incluyendo problemas sociales, disminución de la calidad de vida y de la satisfacción con la misma, así como incremento en el riesgo de contraer enfermedades médicas e incluso morir. Además, son personas que tienen un riesgo alto de incrementar su peso y desarrollar obesidad.

Lucía Ongil

Psicóloga Sanitaria

Cómo detectar trastornos alimenticios