¿Pueden los Niños Tomar Decisiones? Lo que Deben y No Deben Decidir
Uno de los debates más comunes en la crianza es hasta qué punto los niños pueden tomar decisiones por sí mismos. Como norma general, los niños no están preparados para tomar decisiones importantes, ya que su cerebro aún está en desarrollo y no poseen la madurez suficiente para evaluar las consecuencias de sus actos.
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Sin embargo, permitirles tomar algunas decisiones acordes a su edad puede ser beneficioso para fomentar su autonomía y confianza. En este artículo, analizaremos qué tipo de decisiones pueden tomar los niños, cuáles deben ser responsabilidad de los adultos y cuándo es recomendable acudir a un psicólogo infantil si un niño muestra dificultades para tomar decisiones o lidiar con sus consecuencias.
¿Por Qué los Niños No Pueden Tomar Decisiones Importantes?
Desde el punto de vista del desarrollo infantil, la capacidad de tomar decisiones se relaciona con la maduración del lóbulo prefrontal, la parte del cerebro encargada del pensamiento lógico, la planificación y la regulación emocional. Esta área no está completamente desarrollada hasta la adultez, lo que explica por qué los niños suelen actuar de manera impulsiva y sin prever las consecuencias de sus actos.
Factores que Limitan la Toma de Decisiones en los Niños
1. Falta de experiencia: Los niños no han vivido lo suficiente para entender los riesgos y beneficios de sus decisiones.
2. Impulsividad: Su cerebro aún no ha desarrollado el autocontrol necesario para evaluar opciones con calma.
3. Dificultades para anticipar consecuencias: No siempre comprenden cómo una elección puede afectar su futuro.
4. Influencia de las emociones: Los niños suelen decidir en función de lo que desean en el momento, sin pensar en el largo plazo.
Por estas razones, los adultos deben guiar a los niños en la toma de decisiones importantes, asegurándose de que aprendan a elegir con responsabilidad.
Decisiones que los Niños Sí Pueden Tomar Según su Edad
Aunque no pueden decidir sobre temas trascendentales, los niños sí pueden participar en elecciones sencillas y adecuadas a su nivel de madurez. Darles la oportunidad de tomar pequeñas decisiones fortalece su autoestima, independencia y habilidades de resolución de problemas.
1. De 2 a 5 años: Pequeñas Elecciones Cotidianas
A esta edad, los niños pueden tomar decisiones básicas dentro de opciones limitadas que los adultos les den.
✅ Ejemplos de decisiones adecuadas para esta etapa:
• Elegir entre dos opciones de ropa: “¿Quieres ponerte la camiseta azul o la roja?”
• Decidir qué juguete llevar al parque.
• Escoger entre dos meriendas saludables.
• Escoger un cuento para leer antes de dormir.
Decisiones que NO deben tomar:
• A qué hora dormir.
• Si ir o no al colegio.
• Qué comer en cada comida (los padres deben asegurarse de que la alimentación sea equilibrada).
2. De 6 a 9 años: Mayor Participación en Decisiones Simples
A esta edad, los niños comienzan a desarrollar un pensamiento más lógico y pueden tomar decisiones con más autonomía, aunque aún necesitan supervisión.
✅ Ejemplos de decisiones adecuadas:
• Organizar su material escolar y elegir su mochila.
• Elegir una actividad extraescolar entre dos o tres opciones.
• Decidir cómo distribuir su tiempo de juego y estudio con ayuda de los padres.
• Escoger su ropa sin necesidad de limitar demasiado las opciones.
Decisiones que NO deben tomar:
• Cuánto tiempo pueden usar pantallas sin supervisión.
• Si hacer o no los deberes.
• Qué programas de televisión o videojuegos pueden ver sin restricciones.
3. De 10 a 12 años: Más Responsabilidad con Supervisión
En la preadolescencia, los niños comienzan a desarrollar más independencia, pero siguen necesitando guía. Pueden participar en decisiones más complejas siempre que los adultos establezcan límites.
✅ Ejemplos de decisiones adecuadas:
• Gestionar su dinero de manera controlada (por ejemplo, con una pequeña asignación semanal).
• Decidir en qué ordenar su habitación o cómo organizar su escritorio.
• Escoger su vestimenta incluso con más opciones.
• Participar en la planificación de salidas familiares o vacaciones.
Decisiones que NO deben tomar:
• Si asistir o no a la escuela.
• Si cumplir o no con sus responsabilidades escolares y domésticas.
• A qué hora acostarse sin límites establecidos por los padres.
4. De 13 a 18 años: Toma de Decisiones con Consecuencias Reales
En la adolescencia, los jóvenes adquieren mayor autonomía, pero siguen necesitando orientación para tomar decisiones importantes.
✅ Ejemplos de decisiones adecuadas:
• Elegir sus amistades y círculos sociales (siempre que sean saludables).
• Decidir sobre su estilo de ropa y apariencia personal.
• Planificar cómo distribuir su tiempo de estudio, ocio y descanso.
• Decidir qué actividades extracurriculares desean realizar.
Decisiones que NO deben tomar sin supervisión:
• Uso de redes sociales sin control de los adultos.
• Faltar a la escuela o incumplir normas básicas de convivencia.
• Tomar decisiones médicas sin consultar a los padres.
• Gestionar grandes cantidades de dinero sin supervisión.
La Importancia de Guiar a los Niños en la Toma de Decisiones
Para que los niños aprendan a tomar buenas decisiones en el futuro, es fundamental que los adultos los guíen con paciencia y establezcan normas claras. Algunas estrategias efectivas incluyen:
✔️ Dar opciones limitadas: No preguntar “¿Qué quieres de cena?”, sino “¿Prefieres pollo o pescado?”
✔️ Explicar las consecuencias de cada opción: “Si no haces la tarea ahora, tendrás menos tiempo para jugar después.”
✔️ Fomentar la responsabilidad: Si un niño decide llevar un juguete al parque, debe hacerse cargo de no perderlo.
✔️ Permitir errores controlados: A veces, la mejor manera de aprender es a través de pequeñas equivocaciones.
Cuándo Consultar a un Psicólogo Infantil
Algunos niños pueden experimentar ansiedad extrema o miedo al tomar decisiones, lo que puede afectar su bienestar emocional. Es recomendable acudir a un psicólogo infantil si el niño:
1. Muestra una gran dificultad para tomar cualquier decisión, por más pequeña que sea.
2. Se frustra o angustia excesivamente cuando debe elegir entre dos opciones.
3. Evita constantemente asumir responsabilidades por sus decisiones.
4. No aprende de sus errores y repite conductas perjudiciales.
Un psicólogo infantil puede ayudar al niño a desarrollar estrategias para tomar decisiones de manera segura y sin miedo.
Conclusión
Por regla general, los niños no pueden tomar decisiones importantes, ya que su cerebro aún no está lo suficientemente desarrollado para evaluar todas las consecuencias. Sin embargo, es positivo que participen en pequeñas elecciones acordes a su edad, lo que les ayuda a desarrollar autonomía y confianza.
Los padres deben encontrar un equilibrio entre darles opciones y establecer límites claros. Además, si un niño presenta dificultades para tomar decisiones o muestra una gran ansiedad al hacerlo, acudir a un psicólogo infantil puede ser una buena estrategia para ayudarlo a gestionar mejor esta habilidad.
Educar a los niños en la toma de decisiones es un proceso gradual que requiere paciencia, guía y, sobre todo, mucho amor.
¿Pueden los niños tomar decisiones?
Una pregunta que surge en los padres en muchas ocasiones y a diferentes edades, ¿cual es la respuesta? Sí y No, pero más bien No.
Por supuesto que en un niño nunca debe participar en las decisiones familiares importantes ni medio importantes, es cosa de los padres, los hijos no deben formar parte de estas decisiones por varias razones:
-Porque no están lo suficientemente preparados
-Porque es demasiada responsabilidad para ellos
-Porque no están al mismo nivel que los padres en la toma de decisiones, vamos que ellos no mandan
-Porque les puede generar ansiedad
-Porque un fracaso en una decisión errónea les puede generar un excesivo sentimiento de culpa
-Porque el mundo de los adultos no es el suyo
Pero desde pequeños debemos enseñarles a tomar decisiones y aprender de las consecuencias, así que si debemos pedirles que participen en ciertas situaciones pequeñas, que le atañen en su vida, decisiones que no tengan mucha importancia, como elegir la actividad extraescolar de deporte, algo de ropa o que le queramos comprar, poco más, pero en estos casos es importante, pues deben aprender a ser valientes y a decidir, para fomentar la seguridad en sí mismos y mejorar su autoestima.
Si en su decisión se equivocan, deben vivir y aprender de las consecuencias, por ejemplo, si ha elegido un zapato que luego no le gusta, deberá de ponérselo.
Es nuestro deber prepararlos para el mundo adulto poco a poco, y en casa.