Ayuda a tu hijo a conocer sus emociones a través del lenguaje
Hace tiempo que las distintas inteligencias se tienen en cuenta en el desarrollo de un niño. Y no únicamente las que están relacionadas con lo académico.
Conocerse a uno mismo es fundamental para llegar a una estabilidad emocional y crecer de manera sana. Es aquí donde entran en juego la inteligencia emocional y la inteligencia intrapersonal. Estas engloban una serie de funciones y aptitudes que son vitales:
- La automotivación
- La autorregulación
- La autoconciencia emocional
- La comprensión de nuestras emociones
- La adaptación e interpretación de las emociones de los demás. Es decir, habilidades sociales.
Todo ello va a estar regulado por el pensamiento interno que tenemos. Y este pensamiento se expresa a través del lenguaje. Es decir, la manera en la que nos hablamos va a influir de manera directa en el control y la autorregulación de todas estas funciones.
Los niños aprenden por imitación,y el lenguaje interno que posean va a depender de manera directa de lenguaje que utilicen los padres, madres o cuidadores con el niño.
Si enseñamos a un niño hablar desde el respeto, la comprensión y le aportamos seguridad en nuestro discurso. Ellos aprenderán hablarse a sí mismos de ese modo.
Conocer las emociones y darle un nombre a cada una, le va a permitir al niño identificar cómo se está sintiendo y validar ese momento. Una vez son aprendidas las emociones que existen,podemos comenzar a gestionarlas. O a darles una funcionalidad o propósito. Cabe destacar, que la conciencia emocional se desarrolla en el niño entre los cuatro y seis años. Es decir, cuando superan la etapa de egocentrismo y adquieren relaciones sociales entre iguales. Aunque no será hasta los 9 aproximadamente cuando adquieran todas las funciones anteriormente expresadas.
Por ejemplo: el niño está enfadado porque no le han comprado un juguete. Reconoce su enfado, identifica por qué está enfadado y qué es lo que él esperaba. Por lo que puede hablar de ello y comunicarlo sin llegar a un punto de extremo enfado como puedan ser una pataleta.
El lenguaje no sólo es la vía a través por la cual nos relacionamos con nosotro smismos y con el mundo que nos rodea. Sino una válvula de escape para dar una salida controlada a nuestras emociones. Enseñemos a nuestros hijos a usarlo.
Puedes leer un artículo relacionado en http://psicologoinfantil.es/psicologo-madrid-salud-emocional/
Paula Ágreda
Logopeda