A pesar de que las denominadas guías NICE (National Institute for Health and Clinical Excellence) recomiendan lo contrario, hoy en día la prescripción de medicación como modalidad de tratamiento se considera como aquella de primera elección en un gran porcentaje de los casos, en contra de otro tipo de intervenciones más integrales y de un carácter más psicológico.
Esta elección de la medicación como tratamiento principal a menudo se observa en los casos de niños y jóvenes diagnosticados de TDAH, a los cuales en numerosas ocasiones no se les ofrece si quiera la posibilidad de otro tipo de intervención. En este sentido, portavoces del Departamento de Salud británico han manifestado al respecto “si bien los médicos son los que deben tomar las decisiones de prescripción, hay directrices independientes claras para el tratamiento del TDAH, que sólo recomienda el uso de drogas en los casos graves, y como parte de un plan de tratamiento integral (…)”.
Del mismo modo, se ha comprobado la eficacia en estos casos de la intervención de profesionales del área de la Psicología, los cuales están preparados y formados para ofrecer pautas tanto a padres como a profesores, manejar la conducta infantil, mejorar el rendimiento académico y/o potenciar los puntos fuertes de los niños, entre otros. Así, expertos afirman que “trabajar con un niño o un joven y sus familias durante un periodo de tiempo puede resultar mucho más costoso, pero es mucho más seguro y probable que se obtengan resultados mejores. El impacto de la medicación es a corto plazo (…)”.
Con todo esto, el estudio “Medicalización de la infancia en el campo del TDAH” (“Medicalization of Childhood – ADHD strand”), realizado por el Instituto de Educación de la University College London y la División de Psicología Educativa e Infantil (Division of Educational and Child Psychology – DECP) de la Sociedad Británica de Psicología (British Psychological Society – BPS), arroja luz sobre esta controversia, aportando datos tanto de corte cualitativo como cuantitativo obtenidos a partir de una encuesta realizada a 136 psicólogos educativos miembros de la DECP, pertenecientes a 70 autoridades locales de todo el Reino Unido.
De las conclusiones de dicho estudio, es posible extraer la relevancia del papel de los psicólogos en este tipo de problemática, tan presente en la actualidad, tanto a la hora de establecer el diagnóstico como el tratamiento; igualmente, se considera se necesita de esta figura para contribuir y colaborar con la prevención.
Para más información:
http://www.cop.es/infocop/pdf/2499.pdf
http://www.kc-jones.co.uk/files/uploads/1421250010.pdf
Aida Mañero Ocarranza
Psicóloga