Perdonar una infidelidad si o no ¿Qué hago?
Es la gran pregunta que se plantean en alguna ocasión las parejas. Las infidelidades son más comunes de lo que parece. Pero antes de contestar a la pregunta de si perdonar o qué hacer hay que exponer el por qué o para qué de esta.
En mi opinión y según mi experiencia la infidelidad, en varias ocasiones es la punta de un iceberg de problemas en la pareja. Es decir es el comportamiento que hace daño a la otra parte. Pero es una consecuencia, no el problema. Representa la expresión de que algo no funciona de manera correcta.
Por todo ello antes de pensar qué hacer o cómo reaccionar ante una infidelidad hay que plantearse el por qué y el para qué de esta.
Las infidelidades en algunas ocasiones aparecen como consecuencia de problemas enquistados en la pareja. No quiero decir que esta sea justificada, ya que es un comportamiento egoísta, pero es una consecuencia. Si no se detecta la raíz de la misma no podrá avanzar la relación. Antes de decidir si perdonar una infidelidad o no te contamos que en consulta, hemos observado que aparecen como consecuencia de problemáticas como las siguientes:
- Falta de comunicación en la pareja
- Relaciones muy absorbentes
- Ausencia de cuidado del otro y de la pareja como relación
- Necesidades personales individuales no resueltas
- Poca expresión del amor hacia el otro. Ya sea a través de muestras de cariño, como abrazos o besos o con palabras.
- Descuido de la pareja en detrimento de la familia
- Hacer pareja o equipo con un hijo
Por todo ello, ante una infidelidad, ambos miembros de la pareja deben de analizar si se dan algunos de los aspectos anteriores. Un profesional debe de guiarlos en encontrarlo. Ya que en ello está la solución de la situación. Por lo que, aunque suene extraño, la infidelidad es la expresión de cambio. Es la necesidad de que algo no funciona de manera adecuada. Siempre teniendo en cuenta que antes de que ocurra, el paso que se debe dar como pareja, es buscar qué está ocurriendo. Pero es cierto, que no siempre los miembros de la pareja están preparados para verlo o tienen la fuerza suficiente para sobrellevarlo.
La mente en muchas ocasiones nos protege para no sufrir.
Perdonar una infidelidad si o no y después, una vez analizados los por qué y los para qué de una infidelidad pasamos a pensar qué podemos hacer. Una opción es acabar con la relación como tal y la otra seguir adelante. Ambas decisiones son complicadas de llevar a cabo, porque requieren un camino emocional con baches. Si se decide continuar hay dos procesos importante que debemos de llevar a cabo:
- El primero de todos es procesar lo ocurrido. Es decir para poder continuar se debe de pasar por un proceso de duelo. En este aparecerán sentimientos de negación, enfado, altibajos emocionales, tristeza y por último aprendizaje. Pero para ello es importante que ambos miembros de la pareja estén preparados. De todos modos dentro del proceso si observamos que no avanzamos es importante acudir a un profesional, y por qué no ponernos un fecha.
- Por otro lado antes de decidir qué hacer, tenemos que plantearnos como pareja qué estamos dispuestos a hacer. Ambos miembros de la pareja deben decidir hasta dónde y de qué manera.
- Si o no, pues si es algo esporádico, es más probable que puedas pasar página y que tenga solución. Si es algo que lleva más tiempo debes de pensarlo un poco más. La otra persona en este caso ha estado bastante tiempo mirando sólo por si mismo, dándole igual tus sentimientos sin darte la oportunidad de que puedas rehacer tu vida, tal y como lo está haciendo él. Perdonar una infidelidad si o no es sólo tu decisión, nadie más debería opinar.
- Decidas lo que decidáis, está bien decidido, nada puede o debería ser juzgado, todos tenemos derecho a cometer errores, y a poder rectificarlos, así como ha volverlos a cometer. Lo importante es ir andando por un camino que nos lleve a salir de la situación que estemos viviendo, seguramente para beneficio de ambos. Si te vas a sentiré juzgado por alguien que no te va a entender, o no se lo cuentas o entiende que quizá no te entiendan.
Belén Pozo y Elisa Vaca
Psicólogas Sanitarias