Trucos para niños que no quieren comer: Qué hacer y qué no debes hacer
Uno de los desafíos comunes para los padres es lidiar con niños que se niegan a comer. Ya sea por falta de apetito, desinterés en los alimentos, o simplemente por un comportamiento obstinado, la falta de ganas de comer puede ser una fuente constante de frustración. Sin embargo, es importante entender que este comportamiento no necesariamente indica un problema de salud, aunque también podría serlo. En muchos casos, es una fase del desarrollo infantil o una cuestión relacionada con hábitos y emociones. En este artículo, te ofreceré estrategias para abordar este desafío de manera efectiva, además de explorar lo que puedes hacer y lo que no debes hacer. Si quieres saber más puedes adquirir el video Tratamiento niños mal comedores y empieza hoy mismo a aplicar nuestras terapias y tratamientos en casa con mis pautas.
¿Por qué los niños no quieren comer?
Antes de entrar en las estrategias específicas, es fundamental comprender las posibles razones detrás de la negativa de un niño a comer. Algunas de las causas comunes incluyen:
- Fases del desarrollo: Durante la infancia, los niños pasan por diferentes fases de desarrollo, y una de ellas puede ser la negativa a comer. Los niños pequeños, en particular, están aprendiendo a tener control sobre sus cuerpos, y la comida es un área en la que pueden empezar a poner límites.
- Diversión con la comida: A menudo, los niños prefieren jugar con la comida o distraerse mientras comen, lo que puede disminuir su interés en la comida misma.
- Cambios emocionales o estrés: A veces, los niños no quieren comer porque están experimentando cambios emocionales o estrés. Puede ser causado por problemas en la escuela, cambios en la rutina, o conflictos familiares.
- Falta de variedad o preferencia por alimentos poco saludables: Los niños a menudo tienen sus propios gustos y preferencias, y si se les da siempre el mismo tipo de comida, pueden volverse reacios a probar nuevos alimentos.
- Condiciones de salud o problemas de dentición: Las dificultades para masticar, como las molestias durante la dentición, también pueden hacer que los niños rechacen ciertos alimentos.
- Imitación de comportamientos de otros: Los niños aprenden por imitación. Si ven que otros niños o adultos evitan ciertos alimentos o tienen una relación negativa con la comida, es posible que desarrollen el mismo comportamiento.
- Llamadas de atención: Cuando el problema se prologa en el tiempo y no es algo pasajero o temporal. Intentan demostrar que ellos también mandan o que piden de manera incorrecta que los padres estén pendientes de ellos de manera excesiva. Por regla general los casos que acuden a nuestra consulta suelen ser de este tipo.
¿Qué hacer para que los niños coman mejor?
Si tu hijo o hija está pasando por una fase en la que no quiere comer, aquí te dejamos algunas estrategias para fomentar una relación más saludable con la comida y ayudarle a mejorar su alimentación.
1. Establecer una rutina de comidas consistente
Los niños prosperan cuando tienen rutinas claras y consistentes. Establecer horarios regulares para las comidas y los refrigerios les ayuda a entender que es el momento de comer. Además, tener una rutina les permite anticipar cuándo pueden comer y cuál será la siguiente comida.
2. Hacer la comida atractiva
La presentación de los alimentos puede marcar la diferencia. Los niños a menudo son más propensos a comer alimentos que se ven divertidos o interesantes. Puedes usar cortadores de galletas para darle formas divertidas a los alimentos o mezclar colores y texturas para que la comida sea más atractiva visualmente.
3. Involucrar al niño en la preparación de las comidas
Deja que tu hijo participe en la preparación de la comida. Esto no solo les da una sensación de control, sino que también puede hacer que estén más interesados en probar lo que han ayudado a preparar. Pueden lavar las verduras, mezclar los ingredientes o decorar su plato.
4. Ofrecer opciones de comida saludable
Es importante ofrecer una variedad de alimentos saludables en cada comida. Sin embargo, si tu hijo es reacio a comer ciertos alimentos, comienza con opciones que sean familiares y gradualmente introduce nuevos ingredientes. Intenta incorporar alimentos en pequeñas porciones que estén asociados con los gustos previos de tu hijo.
5. Crear un ambiente relajado para comer
Un ambiente relajado y sin distracciones puede fomentar una mejor alimentación. Evita que la comida sea un momento de tensión. Los niños, especialmente los más pequeños, pueden sentirse estresados si se les presiona demasiado para que coman. Crear un ambiente sin presiones permite que el niño se concentre en la comida y disfrute de la experiencia.
6. Dar tiempo para comer
Es importante que los niños no se sientan presionados para comer rápidamente. Al igual que los adultos, los niños necesitan tiempo para masticar y digerir los alimentos. Si un niño se siente presionado a comer rápido o a terminar todo en su plato, puede desarrollar una aversión a la comida.
7. Usar refuerzos positivos
En lugar de castigar a un niño por no comer, utiliza refuerzos positivos. Elogiar a tu hijo cuando prueba nuevos alimentos o cuando termina su comida puede ser una forma eficaz de alentarlo. Puedes darles pequeñas recompensas, como elegir el siguiente libro para leer o participar en una actividad especial después de la comida.
8. Establecer expectativas claras
Es importante que los niños sepan lo que se espera de ellos en términos de comportamiento alimenticio. No se trata de forzar a un niño a comer todo lo que hay en su plato, pero sí es útil darles una idea clara de las expectativas y la cantidad de comida que se sirve. También es recomendable permitir que el niño decida cuándo está lleno, para que aprenda a escuchar su propio cuerpo.
9. Asegúrate de que no haya distracciones durante las comidas
El uso excesivo de dispositivos electrónicos durante las comidas, como la televisión o los teléfonos, puede distraer al niño de la comida. Es mejor crear un ambiente donde el niño pueda concentrarse completamente en la comida y en la conversación durante la hora de la comida. Este enfoque contribuye a una mejor digestión y permite una mejor relación con los alimentos.
¿Qué no hacer cuando tu hijo no quiere comer?
A pesar de las estrategias mencionadas, hay ciertos enfoques que es mejor evitar, ya que pueden hacer que la situación empeore o causen problemas a largo plazo.
1. No presionar al niño para que coma
Presionar a un niño para que termine su comida o para que coma algo que no quiere puede crear una relación negativa con la comida. Si el niño siente que se le obliga, puede desarrollar aversión a ciertos alimentos o incluso generar emociones negativas hacia la comida en general.
2. Evitar el uso de castigos o recompensas excesivas
Aunque los refuerzos positivos son una herramienta útil, evitar usar castigos si el niño no come. Hacerlo puede crear asociaciones negativas con la comida. Por otro lado, no deberías usar recompensas excesivas, como dulces o juguetes, por comer, ya que esto puede contribuir a una relación poco saludable con la comida.
3. No usar la comida como una herramienta para el control
Es importante evitar usar la comida para controlar el comportamiento del niño. Decir cosas como “si no terminas la comida, no habrá postre” puede crear tensiones y asociar la comida con consecuencias negativas. Es mejor no convertir las comidas en un campo de batalla.
4. No hacer comparaciones con otros niños
Comparar a tu hijo con otros niños que comen bien puede generar sentimientos de inseguridad o frustración. Cada niño es diferente, y algunos pueden necesitar más tiempo para adaptarse a una dieta equilibrada. En lugar de compararlo, enfócate en hacer que la experiencia alimentaria sea agradable.
5. No darle comida chatarra como sustituto
Si un niño no quiere comer lo que se le ofrece, no es recomendable darle comida chatarra o procesada para que se “llene”. Esto no solo no resolverá el problema de fondo, sino que también contribuirá a una mala relación con la comida y afectará negativamente su salud a largo plazo.
¿Cuándo buscar ayuda de un psicólogo infantil?
Si el problema de no querer comer persiste durante un período largo y afecta la salud o el bienestar emocional del niño, puede ser útil consultar a un psicólogo infantil. Un psicólogo puede ayudar a identificar si existen problemas emocionales subyacentes, como ansiedad o estrés, que están contribuyendo a la falta de apetito. Además, puede proporcionar estrategias personalizadas para ayudar al niño a desarrollar una relación más saludable con la comida.
En conclusión, lidiar con niños que no quieren comer puede ser un desafío, pero con las estrategias adecuadas, paciencia y apoyo, es posible superar esta fase. Al ofrecer opciones saludables, crear un ambiente relajado y establecer expectativas claras, puedes ayudar a tu hijo a desarrollar hábitos alimenticios positivos que perduren en el tiempo. Sin embargo, si el problema persiste, no dudes en consultar a un psicólogo infantil que pueda proporcionarte el apoyo necesario para abordar cualquier dificultad emocional o psicológica subyacente.
Muchas consultas de psicólogo infantil, están relacionadas con la comida. Es habitual que escuchemos la frase: “La comida nos trae de cabeza buscamos una solución” Os contamos unos trucos para niños no quieren comer
La situación de la comida en muchas ocasiones supone para el ambiente familiar un centro de conflictos y discusiones.
La comida, como el sueño es un nuevo aprendizaje, el niño no sabe cómo debe comportarse en esta situación por lo que irá probando diversas opciones, será el éxito que consiga de estas el que determine que cierta conducta se instaure o no.
Amantes de nada, es importante aclarar que el tratamiento, debería de ser siempre personalizado, cada niño es un mundo, no es lo mismo que el niño nos esté retando o que no le apetezca comer por falta de apetito. Hay muchos casos y es importante que si unas pautas generales no te están ayudando, acudas cuanto antes a un psicólogo infantil, pues cuanto más tiempo pase más probable es que se cronifique el problema. Averiguar la causa o la personalidad del niño deben de ser tenidos en cuenta.
Es muy importante hacer siempre lo mismo antes del momento de comer. Para el niño todas las conductas que llevamos a cabo antes de comenzar a comer le sirven para ir reparándose y le avisan de lo que va a venir a continuación. Una consigna que no hay que olvidar nunca ante cualquier situación o conducta es que cada niño es diferente, por lo que no podemos esperar que sea de determinada manera, sino que dentro de su manera de ser deberemos encauzarle y enseñarle. Reforzando los pequeños avances y evitando criticar y etiquetar al niño con adjetivos, sino que le mostraremos que está haciendo y qué esperamos de él.
Trucos de psicólogo en niños no quieren comer
– Evitar que la hora de la comida se convierta en una lucha. Si esto ocurre el niño según se acerque la hora de comer, empezará a comportarse mal, porque quiere evitar la situación.
– Sino quiere algo no obligarle en el primer momento a la fuerza. La preferencia o disgusto por determinada comida se aprende durante la infancia, si introducimos poco a poco todos los sabores favoreceremos que no rechacen cierta comida. Si con el paso del tiempo sigue negándose inroducírselo mediante el juego y premios. Evitar los castigos y la “fuerza”.
– Evitar mostrar ansiedad ante el hecho de que sus hijos no coman, eso lo perciben los niños y a veces lo usan como modo de llamar la atención
– Comer siempre a la misma hora, podemos ponerle una alarma para que lo anticipe así evitaremos que se niegue a ir. Al principio cuando suene la alarma sino va a la cocina iremos a la habitación y le diremos que contaremos de 5 a 0 para atrás para que vaya, le premiaremos si lo hace y le quitaremos un privilegio si se niega. Según pase el tiempo contaremos de 3 hacia atrás y así sucesivamente hasta que no tengamos que contar.
– Que el niño participe de forma divertida en la preparación, por ejemplo ser el encargado de llevar las servilletas
– Nos sentaremos siempre en el mismo lugar en la mesa. Con el fin de coger una rutina o un hábito.
– Evitaremos poner la televisión, podrá ver la televisión el que haya acabado de comer, si has pasado mucho tiempo comiendo, tendrá menos tiempo de televisión.
– No hablar de cuánto o cómo come durante la comida
–Si no come la comida, debería de tener la misma comida para merendar, y sino la come, se guardará para cenar o desayunar al día siguiente. En los casos más extremos. Lo que no puede ser, es que el niño se salga con la suya. Debemos de evitar llegar a esta situación, por lo que primero se deberá intentar siempre por las buenas.
Si los trucos para niños que no quieren comer no te han ayudado debes consultar a un psicólogo infantil, en nuestro centro podemos ayudarte con sesiones online. La primera es gratuita, puedes llamarnos y te indicamos cómo actuar.