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Síndrome disejecutivo o niños inmaduros

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Diferencias entre un niño con Síndrome Disejecutivo y un niño inmaduro

El desarrollo infantil varía en cada niño. Mientras algunos avanzan con habilidades acordes a su edad, otros pueden presentar dificultades en el control de sus impulsos, la planificación o la organización de tareas. En muchos casos, los padres y docentes se preguntan si un niño es simplemente inmaduro o si podría tener un problema más profundo, como el Síndrome Disejecutivo.

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Comprender las diferencias entre un niño inmaduro y uno con alteraciones en las funciones ejecutivas es clave para ofrecerle el apoyo adecuado. En este artículo, exploraremos qué distingue a un niño con Síndrome Disejecutivo de un niño con inmadurez, cómo identificarlos y cuándo acudir a un psicólogo infantil para una evaluación profesional.

¿Qué es el Síndrome Disejecutivo?

El Síndrome Disejecutivo se refiere a la alteración de las funciones ejecutivas, que son las habilidades cognitivas necesarias para planificar, organizar, tomar decisiones, regular la conducta y resolver problemas.

Estas funciones están controladas por el lóbulo frontal del cerebro, y cuando hay dificultades en su desarrollo, el niño puede experimentar problemas en la atención, la impulsividad y la adaptación a nuevas situaciones.

Los niños con Síndrome Disejecutivo suelen presentar dificultades en áreas como:

  • Control de impulsos: Actúan sin pensar en las consecuencias.
  • Organización y planificación: Les cuesta seguir pasos en una tarea o anticipar lo que viene después.
  • Memoria de trabajo: Olvidan instrucciones o no recuerdan lo que tenían que hacer.
  • Flexibilidad cognitiva: Se frustran fácilmente cuando algo no sucede como esperaban.
  • Autorregulación emocional: Tienen problemas para manejar la frustración o controlar sus emociones.

¿Qué significa ser un niño inmaduro?

La inmadurez en los niños es parte natural de su desarrollo. Algunos niños simplemente tardan un poco más en adquirir habilidades de autocontrol, responsabilidad o autonomía, pero con el tiempo, maduran y logran un mejor desempeño en su vida cotidiana.

Las características de un niño inmaduro incluyen:

  • Dificultades para seguir normas, pero con posibilidad de aprenderlas con el tiempo.
  • Impulsividad moderada, pero con progresos visibles con la edad.
  • Problemas para concentrarse, pero mejoran cuando algo les interesa.
  • Torpeza social, pero con capacidad para hacer amigos y adaptarse a nuevas dinámicas.

Los niños inmaduros suelen mejorar con la experiencia y el refuerzo positivo. Sin embargo, en los niños con Síndrome Disejecutivo, estas dificultades no desaparecen con el tiempo, sino que pueden afectar su rendimiento escolar y social de manera persistente.

Principales diferencias entre un niño inmaduro y un niño con Síndrome Disejecutivo

Característica Niño inmaduro Niño con Síndrome Disejecutivo

  • Atención Se distrae con facilidad, pero puede concentrarse si la actividad le interesa. Tiene problemas constantes para mantener la atención, incluso en actividades de su interés
  • Impulsividad A veces actúa sin pensar, pero aprende con la experiencia. Actúa impulsivamente de forma recurrente y no aprende de las consecuencias
  • Memoria de trabajo Puede olvidar tareas, pero lo recuerda si se le insiste. Olvida información con frecuencia, incluso si se le repite varias veces
  • Flexibilidad cognitiva Le cuesta adaptarse a cambios, pero lo logra con el tiempo. Se frustra mucho con los cambios y le resulta muy difícil adaptarse
  • Organización y planificación Puede desordenarse, pero aprende con ayuda. Tiene serias dificultades para planificar tareas y organizarse, incluso con apoyo
  • Regulación emocional Se enoja fácilmente, pero logra calmarse con estrategias. Sus emociones son intensas y tiene dificultades para regularlas.

Cómo identificar si mi hijo tiene Síndrome Disejecutivo o solo es inmaduro

Es normal que los niños pequeños sean impulsivos o tengan problemas de atención, pero cuando estas dificultades persisten en el tiempo y afectan su vida cotidiana, es importante considerar la posibilidad de un Síndrome Disejecutivo.

Aquí hay algunas preguntas que pueden ayudar a identificar si un niño tiene dificultades en sus funciones ejecutivas:

  1. ¿Tiene problemas constantes para seguir instrucciones o recordar lo que se le ha dicho?
  2. ¿Se frustra con facilidad cuando algo no sale como esperaba?
  3. ¿Le cuesta organizarse en tareas escolares o actividades cotidianas?
  4. ¿Le resulta difícil esperar su turno en un juego o conversación?
  5. ¿Su impulsividad afecta sus relaciones con otros niños?
  6. ¿Se distrae incluso en actividades que le interesan?

Si varias de estas respuestas son afirmativas y las dificultades persisten más allá de los seis o siete años, es recomendable acudir a un psicólogo infantil para una evaluación más detallada.

Causas del Síndrome Disejecutivo

El Síndrome Disejecutivo puede estar asociado a diversas condiciones neurológicas y del desarrollo, como:

  • Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH): Muchos niños con TDAH presentan dificultades en las funciones ejecutivas.
  • Trastornos del aprendizaje: Dificultades en la lectura, escritura o matemáticas pueden estar relacionadas con problemas en la memoria de trabajo y la planificación.
  • Lesiones cerebrales: Daños en el lóbulo frontal pueden afectar la regulación del comportamiento.
  • Trastorno del Espectro Autista (TEA): Algunos niños con TEA tienen dificultades en la flexibilidad cognitiva y la organización.

Cómo ayudar a un niño con Síndrome Disejecutivo o inmadurez

1. Estrategias para mejorar la atención y la planificación

  • Crear rutinas diarias predecibles.
  • Usar listas visuales para organizar tareas.
  • Dividir tareas en pequeños pasos.

2. Técnicas para mejorar el autocontrol

  • Enseñar a respirar profundamente cuando se sienta frustrado.
  • Practicar juegos que requieran esperar turnos.
  • Reforzar el buen comportamiento con elogios y recompensas.

3. Apoyo escolar y adaptaciones

  • Permitir más tiempo para realizar tareas.
  • Proporcionar instrucciones claras y sencillas.
  • Ofrecer descansos frecuentes en actividades largas.

4. Trabajo con un psicólogo infantil

Un psicólogo infantil especializado en funciones ejecutivas puede ayudar al niño a desarrollar estrategias para mejorar su atención, organización y control de impulsos. A través de terapia cognitivo-conductual y juegos terapéuticos, el niño puede aprender herramientas para enfrentar sus dificultades.

¿Cuándo acudir a un psicólogo infantil?

Es recomendable buscar la ayuda de un psicólogo infantil si:

  • Las dificultades del niño afectan su rendimiento escolar o sus relaciones sociales.
  • La inmadurez persiste a lo largo del tiempo sin signos de mejora.
  • La impulsividad y falta de organización generan problemas en casa y en la escuela.
  • El niño muestra altos niveles de frustración y baja autoestima debido a sus dificultades.

Un diagnóstico adecuado puede marcar la diferencia en el desarrollo del niño y permitirle recibir el apoyo necesario para mejorar sus habilidades ejecutivas.

Conclusión

Diferenciar entre un niño inmaduro y uno con Síndrome Disejecutivo es fundamental para brindarle el apoyo adecuado. Mientras que la inmadurez tiende a resolverse con el tiempo y la experiencia, las dificultades en las funciones ejecutivas requieren una intervención específica para mejorar la planificación, el autocontrol y la flexibilidad cognitiva.

Si notas que tu hijo tiene dificultades persistentes en estas áreas, consultar a un psicólogo infantil puede ser la mejor manera de proporcionarle herramientas para un desarrollo exitoso.

Síndrome disejecutivo central en niños o niños inmaduros

Hoy quiero hablaros de lo que popularmente se llaman niños inmaduros, son niños con poco control sobre su conducta, son impulsivos, dicen lo que piensan, les cuesta aprender los aprendizajes de la lectoescritura, a nivel emocional,son niños que les cuesta tolerar la frustración, se descontrolado a nivel emocional, su lenguaje es más infantil. Los padres de estos niños acuden a consulta diciendo que ellos y/o el profesor del colegio ven que su hijo es más inmaduro, como más infantil y que no es capaz de controlarse.

Estos niños, llamados mas inmaduros, suelen tener dificultades en las Funciones Ejecutivas, perteneciente a la Corteza Prefrontal, ubicada en la zona de la frente a nivel cerebral. Este área es de las que tardan más tiempo en terminarse de desarrollar, y en las que se ven más diferencias según la edad, entre un niño y otro. En estos niños al pasar test neuropsicológicos se obtienen perceptibles inferiores de 20, en este caso podemos decir que es un problema de funciones ejecutivas y no una inmadurez, porque no se está desarrollando como debería. En estos casos es necesario estimular este área y entrenarla para que se desarrolle lo antes posible.

Las Funciones Ejecutivas son las encargadas de tomar buenas decisiones valorando las consecuencias, de la planificación, de la memoria de trabajo (poder resolver problemas mandando información en la memoria a corto plazo, de acceder al material previamente aprendido y que está en la memoria a largo plazo, como acceder al vocabulario.

La buena noticia es que las Funciones Ejecutivas se pueden entrenar, al igual que puedes tonificar y desarrollar un músculo. Y cómo, pues con un entrenador personal, especializado en ellas.

Es importante entrenarlas para que en el futuro los problemas de aprendizaje y sociales no vayan en aumento.

Diferencia entre valoración y evaluación psicológica

Funciones ejecutivas en la infancia

Elisa Vaca
Elisa Vaca
Elisa Vaca Psicóloga es la autora de esta entrada de información y la autora de los cursos Educar en Positivo y Tratamientos en video para ver en casa.

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