¿Por qué nos preocupamos?
La preocupación es una reacción automática que activamos para anticiparnos a ciertas situaciones o resolver problemas.
Nos preocupamos y es un estado de alerta. En muchas ocasiones, nos ayuda a evitar ciertos sucesos o a prevenirlos, por lo que se considera un aspecto funcional del ser humano. Sin embargo, desarrollar un estado de preocupación muy elevado y desmesurado, como preocuparnos por cosas o situaciones con baja probabilidad de ocurrir, puede llevarnos a un estado constante de preocupación. Y malestar que interfiere en nuestro día a día.
¿Qué mecanismos propician las preocupaciones?
- Necesidad de control. Las personas que se preocupan demasiado suelen pensar que el hecho de preocuparse mucho sobre algo en concreto les da más control sobre esa situación. Puede crearse la esperanza de que si pienso mucho en algo al final la solución aparecerá por si sola.
- Estilo de apego y personalidad. Los primeros vínculos que creamos en la infancia determinan los futuros rasgos de personalidad de las personas. Así mismo, el estilo de apego inseguro-ambivalente daría lugar a una personalidad con más tendencia a la preocupación y la alerta por casi todo.
- Detector de problemas futuros. Muchas personas se preocupan para anticiparse a las situaciones e intentar prevenirlas. Un claro ejemplo es el acudir al médico frecuentemente por signos o síntomas mínimos pensando que algo malo puede estar ocurriendo.
¿Qué puedo hacer para que la preocupación sea adaptativa y no patológica?
Racionalizar la preocupación o pensamiento negativo. Valorar la preocupación cuando la tengas en la mente. ¿Cómo de probable es que mi preocupación por algo sea real y vaya a ocurrir? De esta forma podemos descartar algunas preocupaciones que en principio parecían importantes y no lo son y quedarnos con aquellas que sí merecen nuestra atención.
Sara Montealegre
Psicóloga
Lee otro artículo en: http://psicologoinfantil.es/psicologo-madrid-tratamiento-ansiedad/