Miedos en los niños
El miedo forma parte de nosotros y en los niños es más común que aparezca. Los miedos van evolucionando con los años y van cambiando, como se ha explicado en otros artículos de este blog. Pero ¿para qué sirven los miedos?
Los miedos son necesarios para evitar el peligro pero no siempre es así. El miedo pasa a ser incapacitante cuando es desproporcionado o afecta a otras áreas. Por ejemplo, el miedo en los niños a la oscuridad pasa a ser un problema cuando el niño no puede pasar solo por un pasillo en el que no hay luz o incluso por la noche en la calle paseando. Es entonces cuando el miedo evolutivo pasa a ser un problema. En ese momento qué puede hacer el padre o madre. Qué se puede hacer con los miedos en los niños.
Lo primero es comprender su emoción, comprender el miedo en los niños. No quitarle importancia, darle un mensaje de que entiendes que tenga miedo o le asuste. Evitar palabras como “es una tontería” o “no seas cobarde” porque de lo contrario el niño dejará de contar. Darle un mensaje positivo como, “entiendo que sientas miedo al verlo, puedes conseguir superarlo, estoy a tu lado”. Se sentirá solo y no comprendido. Estar a su lado y acompañarle en el miedo pero tampoco alimentarle. Es decir no intentar racionalizar su miedo o explicarle porque no debería tener este sentimiento. Por el contrario lo mejor es acompañarle en el enfrentamiento al miedo. El intentar hacer razonar al niño que el miedo es desproporcionado, que no va a ocurrir nada o que es imposible que pase algo malo, no mitiga el miedo. No le ayuda a disminuir su emoción. Por el contrario puedes acompañar a los niños en el miedo.
Belén Pozo
Psicóloga Sanitaria
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