Cómo gestionar el enfado
El enfado es un sentimiento que genera malestar. Está clasificado coloquialmente como algo negativo. Pero ¿es negativo?. El enfado es desagrado, enojo, molestia, berrinche, indifnación o furia. Nos ayuda a poner un límite al otro. A expresar qué nos molesta o no nos gusta. Pero ¿cómo se debe gestionar?. De qué manera el enfado nos produce un menor malestar.
Por lo general ante un enfado el sujeto intenta demostrarlo de diferentes maneras. Con comportamientos de ignorar al otro (agresión indirecta), retirando el cariño o devolviendo el enfado. Esta forma de gestionar el enfado hace que se retroalimente él mismo. No soluciona lo que nos ha hecho enfadar sino que todo se retroalimenta. El enfado pierde su objetivo natural que es comunicar al otro lo que nos desagrada. Se convierte en hacer ver al otro nuestro malestar, sin buscar una solución.
Por lo tanto ante un enfado, para gestionar, es mejor la expresión que la demostración. Con la expresión se busca una solución a la situación y no se fomenta la discusión.
La mejor manera de gestionar el enfado es lo primero analizar cómo estoy y por qué. Si detrás de este enfado hay algo más. Ver el enfado desde la distancia. Si le pasara a tu amigo, ¿cómo la analizarías?. ¿Qué le dirías?.
A continuación buscar el momento adecuado para expresarlo. Pero haciendo hincapié en el yo y no en el tú. Me siento….. la próxima vez me gustaría,….. Dar a la otra persona la posible solución y sobre todo no atacar.
El enfado está, gestionarlo es la solución.
Belén Pozo
Psicóloga Sanitaria
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