Sin besos ni abrazos
Cada vez estamos más cerca de llegar a esa normalidad habitual que vivíamos antes de que todo esto ocurriese.
En la llamada “nueva normalidad”, poco a poco es posible retomar actividades que antes considerábamos cotidianas como ir a una terraza, quedar con amigos o visitar a nuestros familiares.
Todo esto, evidentemente nos ayuda a ir adaptándonos a la nueva realidad existente, y permite también recuperarnos del posible impacto sufrido por el confinamiento.
Sin embargo, esta “nueva normalidad”, no es tan normal sin el contacto físico.
Especialmente en países como el nuestro, donde los abrazos, besos u otras muestras físicas de cariño son una constante entre la mayoría de la gente.
Y además generan una serie de beneficios tanto a nivel físico como psicológico, demostrados mediante diferentes estudios e investigaciones.
Hay que continuar manteniendo un distanciamiento social y eso cuesta. Incluso hay a perdonas a las que les puede afectar a nivel emocional y/o de salud mental.
Para que esto no ocurra de forma significativa, es importante tener en cuenta una serie de aspectos, entre los cuales están:
- Tener en cuenta que esta situación es excepcional y supone algo temporal.
- Favorecer otros modos de mostrar cariño, por ejemplo con la mirada, a través de un detalle…
- “Resarcirse” de muestras de cariño físico con la gente con la que sí se convive.
- Pensar, “estoy haciendo lo correcto” en lugar de “me obligan a relacionarme así”.
- Tirar de ingenio y creatividad para no limitarse a las muestras de cariño sólo mediante el tacto.
Estas son algunas ideas para esta situación sin besos ni abrazos.
Aida Mañero Ocarranza
Psicóloga Sanitaria
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