Psicología infantil: “Respeto, aceptación e inclusión”
“Era tan guapa: ojos castaños con pestañas largas y rizadas y cejas bien delineadas, rizos rubios y una expresión dulce y distante; yo esperaba contra todo pronóstico que todo terminara bien, que sólo le estuviera costando arrancar” (Uta Frith, autismo hacia una explicación del enigma).
TEA, (trastorno del espectro autista) se define como un trastorno que afecta a la comunicación e interacción social, además las personas que lo sufren presentan patrones estereotipados de la conducta.
En la actualidad se desconoce la etiología de esta patología, a lo largo de la historia se ha relacionado su aparición como una consecuencia del comportamiento de los padres hacia los hijos, por alteraciones genéticas e incluso como efecto secundario de una vacuna, pero la realidad es que la causa de su aparición hoy en día sigue siendo un enigma.
Los primeros signos del autismo aparecen alrededor de los 18 meses de edad, alguno de ellos son: no se desarrolla el lenguaje de manera adecuada, juega con los juguetes de “manera extraña” no tiene contacto ocular, es sensible a ciertos ruidos…
Existen dificultades para diagnosticar a los niños de TEA, debido a que no todas las personas cumplen con todos los criterios que definen el autismo, y a que a veces las características que presenta el sujeto se solapan con otros trastornos, como el Trastorno Obsesivo Compulsivo, el trastorno semántico-Pragmático, TDA-H…
No se conoce una cura para el Autismo, pero existen intervenciones psicoeducativas que desarrollan una gran evolución en la persona que tiene acceso a estas.
Desde aquí manifestamos la importancia de la intervención de profesionales de manera temprana y de la adaptación del entorno hacia la persona con espectro autista, ya que de esta manera alcanzará un desarrollo profesional y personal equiparable a sus capacidades.
No queremos fomentar que el autismo se convierta en una sentencia de por vida, esto sucede debido al desconocimiento y al estigma que sufren estas personas y sus familias. La discapacidad se convierte en la inaccesibilidad de una persona a distintos niveles de la sociedad, restándole oportunidades.
Otro de los factores que favorece la exclusión de personas con espectro autista es el uso del diagnóstico como atributo genérico y definitorio, olvidándonos de que cada persona que sufre esta patología es diferente y presenta características dispares, además del uso de la palabra “autista” con tintes peyorativos.
«Las personas con autismo poseen naturalmente una amplia gama de competencias y manifiestan diversas esferas de interés, pero todas ellas comparten la capacidad de hacer de nuestro mundo un mundo mejor. Las Naciones Unidas se enorgullecen de promover el movimiento de concienciación sobre el autismo.»
Sara Rolle Guindal
Logopeda