Psicología infantil: Cuándo debemos quitar el chupete

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El uso prolongado del chupete es un aspecto del cuidado de nuestros hijos que sigue generando mucha polémica, y bien, ¿Qué beneficios tiene el uso del chupete? ¿Qué problemas puede generar no retirarlo a tiempo? ¿Qué repercusiones lleva consigo un uso prolongado?

Sin títuloLa existencia del chupete se justifica por la necesidad biológica e instintiva de succionar que poseen todos los bebes, (succión no nutritiva), se manifiesta en la succión espontánea de sus dedos, puños… Está considerado como un reflejo normal que ayuda a la supervivencia y que aparece por primera vez cuando el niño aún está en el vientre de la madre.

El uso del chupete durante los primeros meses representa una serie de ventajas que podemos leer a continuación:

  • Estimula el desarrollo de la succión, de vital importancia a la hora amamantarse.
  • Permite el desarrollo y el fortalecimiento de la musculatura orofacial
  • Su uso les tranquiliza cuando se sienten hambrientos, se sienten solos o padecen dolor
  • El uso del chupete en edades tempranas evita la succión de puños o dedos, evitando las malformaciones de dichos miembros y malformaciones en la cavidad oral
  • Al año de edad les ayuda a dormir y a sobrellevar situaciones difíciles.

Ahora bien, ¿cuándo nos debemos plantear la retirada del chupete? El uso del chupete va disminuyendo a medida que va aumentando la edad y debería ser retirado alrededor de los 2 años de vida, momento en el que empiezan a salir los primeros dientes, ya que a esta edad el bebé no necesita succionar y su uso puede afectar al desarrollo dentario.

El uso prolongado en el tiempo del chupete puede producir las siguientes desventajas en nuestros hijos:

  • Genera el mal hábito de respirar por la boca.
  • Propicia problemas de mordida, es frecuente descubrir niños con mordidas cruzadas o abiertas que abusaron del chupete.
  • Presiona el orbicular de los labios evitando el fortalecimiento y movimiento de dicho músculo.
  • Mala colocación de los dientes.
  • Interposición lingual, al introducir el chupete en nuestra boca, la lengua queda situada en la parte baja de la boca sin contactar con el paladar lo que desarrolla el hábito de permanecer con la boca abierta y la lengua fuera de esta en reposo y tomar el aire a través de la boca.
  • Ulceras en la boca.
  • Otitis medias de repetición el uso del chupete hace que el niño que presenta una infección de vías respiratorias superiores, (ej. catarro), sea más susceptible a las otitis ya que se modifica el transporte de agentes patógenos al oído. La succión aumenta el transporte de microorganismo hacia el oído y afecta el buen funcionamiento de la trompa de Eustaquio (oído medio).

Que se desarrollen estas desventajas de las que hemos hablado puede afectar al desarrollo del habla de nuestros hijos, efectivamente, si, órganos como los labios, los dientes o el paladar sufren algún tipo de malformación, esto podrá verse reflejado en el habla del niño, caracterizándose por frecuentes errores articulatorios o pobre inteligibilidad.

Así como el desarrollo de otitis de repetición puede influir en la percepción del lenguaje y perjudicar la adquisición y desarrollo de este.

Sara Rolle Guindal

Logopeda