Cuándo ir al psicólogo infantil, es una pregunta que surge a muchos padres. ¿Qué hago?. ¿Será normal lo que le ocurre a mi hijo?.
Como primera premisa, si ves que tu hijo tiene alguna dificultad que te preocupa acude a un profesional. Al igual que cuando ves que tiene tos o unas décimas de fiebre.
¿Qué va a ocurrir en la cita?
Lo primero será tener una entrevista con el profesional. En ella presentarás las preocupaciones que te acontecen. Se llevará a cabo una entrevista pormenorizada de las diferentes áreas. Y si es pertinente, se realizará una evaluación administrando pruebas objetivas. Finalmente, el profesional realizará un informe o te comentará si la preocupación que tienes entra dentro del desarrollo. Por último, en el caso de que no esté dentro del desarrollo, te expondrán las opciones de trabajo.
Pero ¿cuándo ir al psicólogo infantil?
Hay diversas problemáticas pero las más comunes, o por las que en mayor medida se reciben consulta son:
- En primer lugar problemas de aprendizaje o rendimiento. Casos en los que hay problemas en la lectura, comprensión lectora o problemas de matemáticas. Niños que pasan horas estudiando pero no obtienen resultados.
- Por otro lado, problemas de comportamiento. Niños a los que le cuesta obedecer a la primera. O por el contrario presentan numerosas rabietas o una baja tolerancia a la frustración.
- Dificultades en las autonomías. Como el sueño, control de esfínteres o comida. Niños a los que les cuesta quedarse dormidos. Que tienen escapes de pis por la noche. O no hay quién les haga comer.
- Además dificultades de relación social. Que no saben defenderse o se quedan solos en el recreo.
- Por último miedos incapacitantes. Por ejemplo miedo a la oscuridad, a quedarse solos o a que sus padres se vayan a trabajar.
Estos son algunos de los motivos de cuándo acudir a un psicólogo infantil.
Belén Pozo
Psicóloga Sanitaria
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