Mi hijo comete faltas de ortografía
¿Por qué mi hijo comete tantas faltas?
Los niños atraviesan diferentes fases del desarrollo. Y de adquisición del lenguaje escrito.
Podemos hablar de 3 fases en la adquisición de los aprendizajes en niños.
- En un primer momento, en la llamada “Fase logográfica”.
En esta etapa comienzan a desarrollar la conciencia fonológica. Pero no son capaces de relacionar aún de manera consolidada los fonemas con su respectivo grafema. Sino que realizan la copia de las letras, como si de un dibujo se tratara. En resumen, copian pocas palabras y de manera global, por ejemplo, su nombre.
- A continuación, la “Fase Alfabética”. En ella aprenden a asociar los fonemas con los grafemas correspondientes. Es decir, comienzan a aplicar las reglas de conversión fonema-grafema. Es común cometer errores en esta etapa.
- Por último, la “Fase ortográfica”. Esta consistente en aplicar patrones ortográficos almacenados. Previamente por la experiencia lectoescritora. En el llamado léxico ortográfico.
En resumen, para poder entender el tipo de errores ortográficos que puede presentar un niño. Es importante poder diferenciar el aspecto de ortografía natural, de la ortografía arbitraria.
- En primer lugar, ortografía natural consiste en aplicar las reglas de conversión fonema-grafema. Por lo que cometer errores de este tipo serían las sustituciones, distorsiones, omisiones, inversiones o adiciones. Estos errores evidencian que las etapas logográfica y alfabética no están correctamente consolidadas. O automatizadas, por lo que el niño no cuenta con el dominio completo del reconocimiento de grafemas. En resumen, presenta dificultades para analizar y manipular unidades que componen el lenguaje.
- Por último, la ortografía arbitraria es aquella que se rige en función de unas normas específicas para cada caso. Como, aquellas palabras que, fonológicamente se articulan. Por ejemplo, el fonema / b/, pero en la escritura puede corresponder al grafema b o v. Es decir, presentar este tipo de errores puede indicar una dificultad en el sistema de escritura visual. O en la directa u ortográfica. O poseerá un léxico ortográfico afectado. Siempre, deberán recurrir a la fonología para poder escribir palabras irregulares o nuevas.
- En resumen, esto les conlleva a cometer errores. Y perjudica en consecuencia a las funciones superiores de redacción y a cometer faltas de ortografía
Cómo trabajamos las faltas de ortografía Te cuento qué hacer
Cuanto antes, deberían de trabajarse por un profesional especializado, pues cuanto más tiempo pase cometiendo faltad de ortografía más fuertes serán las huellas de memoria y más difícil será también eliminarlas para crear unas nuevas.
Cómo las trabajamos en nuestro centro, pues tras una evaluación de las dificultades en la ortografía, analizamos el tipo de errores cometidos por el niño, para pasar a trabajar la causa del error por un lado, para que no vuelva a darse.
Y por otro lado, trabajamos la consecuencia, que es lo que los profesores y padres ven, la palabra mal escrita. Es decir, borramos esas huellas de memoria en el cerebro que le llevan a escribir la palabra mal de nuevo. Y estudiando los puntos fuertes del aprendizaje en el niño, pasamos a fomentar las nuevas huellas de memoria de la palabra bien escrita.
Cada niño es un mundo, creemos en las terapias individualizadas y personalizadas, basadas en el cerebro del niño, en apoyarnos en sus puntos fuertes para incrementar aquellos que estén fallando y entrenarlo para que sean más fuertes.
Dislexia Tratamiento
Mi hijo comete faltas de ortografía en nuestro centro
En nuestro centro trabajamos a diario con niños con dificultades de ortografía y de escritura. En las dos o tres primeras sesiones establecemos el perfil cognitivo del niño para pasar a valorar el por qué comete esos errores. Una vez analizados, pasamos a trabajarlos en las sesiones donde el niño puede trabajar con un logopeda o con un psicólogo experto en el cerebro y en la estimulación del mismo, que trabajará las causas del problema.
Una vez analizado el por qué tu hijo comete faltas de ortografía, establecemos un plan de tratamiento, por un lado en sesiones en el centro, y por otro lado, con trucos que le ayudarán a aprender cómo se escriben las nuevas palabras para fermentar esas huellas de memoria.
También, en el caso de que los padres lo vean necesario, hablamos con los profesores del niño, con el fin de que sepan cómo ayudarle en clase para evitar que el problema siga ocurriendo.
En dos o tres cursos escolares tenemos solucionado el problema. Empezar a trabajar citando los niños tienen entre 6 y 12 años es la edad ideal, para que cuando empiecen a estudiar más materias y más cantidad tengan este área dominada y no les lleve ni tiempo ni recursos cognitivos el escribir bien.
Paula Ágreda – Elisa Vaca
Logopeda – Psicóloga