Psicología adultos: La comida me relaja
La comida en muchas ocasiones se convierte en una herramienta o una forma de calmar la ansiedad o el estrés. La persona al ingerir alimentos siente una mejora en sus sensaciones de malestar las cuales parecen desaparecer.
¿Por qué ocurre?
Esto es debido a que son sensaciones físicas similares y su saciación en ambas generan bienestar.
¿Qué puedo hacer para cambiarlo?
- Lo primero de todo es llevar a cabo una demora de respuesta, es decir ante la necesidad de comer para calmarse o sentirse mejor, esperar 5-10 minutos para hacerlo e ir aumentando este tiempo de demora.
- Sustitución del estímulo. En lugar de ingerir alimentos tomar líquido no azucarado en su lugar para obtener la misma sensación de saciación.
- Disminuir el consumo de azúcares. El azúcar es “adictivo” y hace que el organismo pida más cuanto más obtiene.
- Hacer 5 comidas al día para evitar tener la sensación de hambre compulsiva.
- Realizar ejercicio físico, de este modo se canalizará la ansiedad y estrés y se generarán las sustancias de la felicidad y relajación.
- Dormir lo suficiente. La falta de sueño genera un deseo mayor de consumo de azúcares ya que se genera leptina, hormona relacionada con la saciación.
- Tener a la mente ocupada. Realizar actividades de ocio para evitar que la mente te juegue una mala pasada y sea tu peor enemigo.
- Consumir proteinas en el desayuno favorecerá la disminución del deseo de comer entre horas.
- Controlar las tentaciones, evitar en la medida de lo posible comprar alimentos azucarados y sustituirlo por frutas.
- No prohibirse, el prohibirse a uno mismo comer cierto tipo de alimento genera una mayor ansiedad.
Belén Pozo
Psicóloga