Por qué me preocupo
Forman parte de la vida de todas las personas. Este mecanismo nos ha ayudado a desarrollarnos como especie. Son parte del proceso de resolución de problemas.
Aun que a veces son adaptativas, otras muchas se convierten en un problema.
Cómo es este estado:
- Está orientado hacia el futuro, se anticipan acontecimientos negativos y catastrofistas
- Genera un estado emocional negativo, con una elevada activación fisiológica, produciendo inquietud
- Sensación continua de incontrolabilidad
- La atención de la persona está centrada en estímulos relativos a la amenaza.
Las personas que se preocupan de manera excesiva tienen unas características concretas. Estas personas sufren de malestar constante.
- Intolerancia a la incertidumbre
- Tienden a pensamientos catastrofistas, es decir, a interpretar la mayoría de las situaciones como algo catastrófico
- Igual valor a consecuencias probables e improbables
- Percepción distorsionada de su capacidad para controlar situaciones o problemas
- Extraordinaria capacidad para analizar los problemas, así como para buscar soluciones, pero no son capaces de ponerlo en marcha
- Estado de alerta constante, dañado lugar a un agotamiento psicológico y emocional continuo
- Preocupación por múltiples temas. La preocupación no es solo por un tema en concreto, si no que esa preocupación es por múltiples temas, algunos realmente importantes y otras meramente banales.
Cuando somos capaces de controlar estas preocupaciones, el nivel de ansiedad que sentimos se ve disminuido de manera significativa, permitiéndonos emplear nuestras fuerzas y recursos personales en actividades que nos resulten placenteras y agradables y que hagan mejorar nuestro estado de ánimo.
Lucía Ongil
Psicóloga
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