Qué nos influye en la adquisición de la autoestima
Antes de comenzar a hablar de la adquisición de la autoestima vamos a hacer una diferenciación con un termino que nos suele confundir, el autoconcepto.
El autoconcepto expresa los aspectos perceptivos, la opinión y descripción que se hace de uno mismo mientras que la autoestima expresa los aspectos valorativos y apreciativos. Un ejemplo ilustrativo es el hecho de encontrar casos en los que la persona se reconozca como alguien inteligente, agraciado y social y sin embargo carecer de todo aprecio por si mismo.
La autoestima no deriva directamente del autoconcepto, sino que supone además una serie de actitudes positivas sobre si mimo. Es el resultado de un proceso por el que se aprende a evaluarse positiva o negativamente.
La autoestima está relacionada con la salud mental positiva y el bienestar psicológico. La baja autoestima o la carencia de esta esta asociada a patologías como depresión, trastorno de personalidad, problemas relacionales… y también esta relacionada con problemas sociales como consumo de drogas, conductas de delincuencia, formación de bandas etc…
Lo que venimos a destacar en este apartado aquellos factores que influyen en el proceso de adquisición y que resultan los más relevantes:
Retroalimentación social:
Nos referimos a la valoración que apreciamos en los demás acerca de nosotros mismos. No aceptamos ni admitimos por igual todas las valoraciones. A continuación, mencionamos algunas de las variables que actúan como filtros ampliando o disminuyendo estas evaluaciones recibidas y exponemos algunos ejemplos:
- Diferencia con la línea de base de la propia autoestima: es decir aceptamos mejor aquellas evaluaciones que son semejantes y próximas a nuestro nivel habitual de autoestima, desestimando así aquellas que se alejan, que son excesivamente positivas o negativas. “Eres una persona muy inteligente” es mas probable que lo aceptemos si nosotros mismos nos consideramos así, sino tenderemos a desechar el comentario.
- Valoraciones positivas: Se reciben y aceptan mejor las consideraciones positivas que negativas, integramos más fácilmente lo que nos realza que lo que nos limita.
Un factor muy importante que influye en aceptar mejor o peor esta información es la fuente, es decir la persona de la que recibamos esta valoración:
- Autoridad de la fuente: atendemos con mayor consideración la información si consideramos que la persona tiene autoridad. Si nos dicen que jugamos bien al baloncesto y nos lo dice un jugador profesional atenderemos mejor a su percepción que si nos lo dice un amigo que no sabe jugar.
- Valoración de la fuente: tanto por razones emocionales como competenciales los juicios son más tenidos en cuenta. Es decir, tenemos más en cuenta el comentario de un amigo critico y desconocido que dé a quien a quien no damos importancia.
- Conocimiento personal: Se acepta una valoración o critica cuando se considera que la persona que emite dicha valoración tuene un conocimiento real y especifico de nosotros, si por el contrario se considera que la valoración proviene de juicios globales y estereotipos su influencia sobre la autoestima será mínima.
Comparación social:
La autoestima no depende solo de la valoración externa que recibimos de otras personas sino también de la valoración personal. Esta autoevaluación conlleva un proceso de comparación social que nos permite ubicarnos en el grupo social inmediato y global.
No es facial realizar una evaluación de nuestras cualidades y valores por lo que tendemos a compararnos con nuestras referencias. Cuando alguien se considera superior a quienes le rodean habitualmente, su autoestima aumenta, si por el contrario se siente inferior, su autoestima disminuye.
La comparación social puede ser ascendente si se hace con personas que gozan de una mejor situación lo cual tendrá efectos negativos sobre la autoestima. Por ello son más habituales las comparaciones hacia abajo o descendentes, es decir en aquellas en las que se sale ventajoso.
Éxitos y fracasos:
Los resultados de la propia acción también influyen en la autoestima, es decir cuando se observan éxitos personales aumenta la autoestima y por el contrario los fracasos la disminuyen. Estos éxitos y fracasos inciden más en la autoestima en medida en que consideramos que afectan a temas o valores importantes para nosotros mismos.
Factores Sociales:
A través de procesos emocionales y atencionales que se reciben del ambiente (especialmente el familiar ya que constituye el ambiente más inmediato) podemos ver un aumento o disminución de la autoestima.
Los procesos de modelado son muy importantes. La observación de la autovaloración en los padres y modelos próximos facilita el desarrollo de la autoestima, mientras que si se observan que los patrones de referencia, las personas a las que consideramos un ejemplo a seguir, no se respetan a si mismos, afectara a desarrollar el sentimiento del propio valor.
Julia Nicolás Lara
Psicóloga