Mi hijo se activa a la hora de dormir

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Mi hijo se activa a la hora de dormir: Causas y soluciones efectivas

Es hora de dormir, pero en lugar de relajarse, tu hijo parece tener una ráfaga de energía, justo después de cenar a la hora de irse a la cama, se activa. Muchos padres experimentan esta situación en la que los niños, en lugar de descansar, se muestran hiperactivos justo antes de acostarse. Este comportamiento puede ser frustrante, pero es más común de lo que parece. En este artículo, analizamos por qué tu hijo se activa a la hora de dormir y te ofrecemos estrategias para ayudarlo a relajarse y conciliar el sueño de manera efectiva.

Mi hijo se activa a la hora de dormir, posibles razones

1. Estímulos antes de dormir

Uno de los motivos más comunes por los que los niños se activan a la hora de dormir es la exposición a estímulos inadecuados poco antes de acostarse. El tiempo frente a pantallas (televisión, tabletas, teléfonos) o actividades físicas intensas pueden activar su cerebro y dificultar que entren en un estado de relajación.

¿Qué hacer?

• Evita las pantallas al menos una hora antes de dormir. La luz azul de los dispositivos electrónicos puede interferir en la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño.
• Reduce la actividad física intensa al menos dos horas antes de dormir. Cambia los juegos activos por actividades tranquilas como la lectura o dibujar.

2. Rutina de sueño inconsistente

Los niños necesitan una rutina estable para saber cuándo es hora de dormir. Si la hora de acostarse varía constantemente y cada día se acuesta a una hora diferente o si el momento de transición de irse a la cama es caótico, es más probable que tu hijo se active porque su cuerpo no está preparado para el sueño.

¿Qué hacer?

• Crea una rutina consistente todas las noches. Una secuencia predecible de actividades, como cepillarse los dientes, leer un cuento y escuchar música relajante, ayuda al cerebro del niño a reconocer que es hora de descansar.
• Establece una hora fija para dormir todos los días, incluso los fines de semana. Esto ayuda a regular su reloj interno y facilita el proceso de conciliar el sueño.

3. Cenas pesadas o azucaradas

El tipo de alimentos que tu hijo consume antes de dormir puede afectar su nivel de energía. Las comidas ricas en azúcar o muy pesadas pueden causar un pico de energía, haciendo que se active justo cuando debería estar relajándose.

¿Qué hacer?

• Opta por cenas ligeras y evita alimentos con alto contenido de azúcar antes de dormir. En su lugar, puedes ofrecerle opciones que promuevan el sueño, como un vaso de leche tibia o una pequeña porción de fruta.
• Evita bebidas estimulantes, como refrescos con cafeína, que pueden alterar el ciclo natural del sueño.

4. Exceso de energía acumulada durante el día

Algunos niños no queman suficiente energía durante el día, lo que hace que a la hora de dormir se sientan inquietos y llenos de energía. La falta de actividad física puede afectar su capacidad para relajarse por la noche.

¿Qué hacer?

• Asegúrate de que tu hijo haga suficiente actividad física durante el día. Los juegos al aire libre, correr o practicar algún deporte son maneras excelentes de ayudar a tu hijo a liberar energía.
• Evita la sobreestimulación justo antes de dormir, ya que la actividad física debe cesar un par de horas antes de la hora de acostarse para que el cuerpo tenga tiempo de relajarse.

5. Estrés o ansiedad

El estrés o la ansiedad pueden manifestarse en forma de hiperactividad antes de dormir. Si tu hijo ha tenido un día emocionalmente agitado, es posible que experimente dificultades para relajarse al final del día, lo que puede llevarlo a estar más activo de lo normal.

¿Qué hacer?

• Habla con tu hijo sobre su día. A veces, expresar sus preocupaciones o emociones puede ayudarlo a relajarse antes de dormir.
• Introduce técnicas de relajación, como la respiración profunda o la meditación guiada para niños. Estas herramientas pueden ayudar a calmar su mente y cuerpo antes de acostarse.
• Crea un ambiente relajante en su habitación, con una luz tenue y sonidos suaves, como música o ruido blanco, que promuevan la calma.

6. Preocupaciones

Si es una temporada en la que tu hijo puede estar preocupado por algo que le puede estar pasando en el colegio o a nivel emocional, puede ser que sea una manera de evitar irse a la cama, porque se acuesta y no se duerme, tendría dificultades para quedarse dormido. Podrían ser situaciones como que no se ve capaz de atender las demandas escolares, una separación de los padres o dificultades de relación con sus amigos.

¿Qué hacer?

• Es necesario e importante saber qué está pasando, por lo que se recomienda consultar a un psicólogo.
• Intenta hablar con él para ver qué le puede estar preocupando. Quizá no te lo cuente y te lo oculte. Los niños a veces, no cuentan todo a sus padres para evitar que se pongan tristes, por vergüenza o porque creen que se pueden enfadar. Si ves que continua así después de 3 semanas, lo mejor es que consultes a un psicólogo especializado en niños.

7. Desajustes en el ciclo circadiano

El ciclo circadiano es el reloj biológico que regula el sueño y la vigilia. Si tu hijo no está expuesto a suficiente luz natural durante el día o su rutina de sueño es inconsistente, su ciclo circadiano puede desajustarse, haciendo que esté más despierto cuando debería estar dormido.

¿Qué hacer?

• Exponlo a la luz natural durante el día. Pasar tiempo al aire libre ayuda a regular el reloj interno y favorece un mejor descanso nocturno.
• Mantén el entorno oscuro durante la noche. Usa cortinas opacas si es necesario para crear un ambiente propicio para el sueño y reducir cualquier distracción visual.

Consejos adicionales para ayudar a tu hijo a relajarse antes de dormir

• Usa aceites esenciales como lavanda o manzanilla. Los aromas relajantes pueden ayudar a inducir un estado de calma en los niños.
• Ofrece un baño caliente antes de dormir. Un baño tibio puede ser una excelente forma de relajar el cuerpo y preparar a tu hijo para una noche de sueño reparador.
• Mantén la habitación fresca. Una temperatura adecuada en la habitación (entre 18-21 °C) favorece el descanso.

Conclusión: Cómo gestionar la hiperactividad o el exceso de actividad a la hora de dormir

Si tu hijo se activa a la hora de dormir, es probable que algún factor en su rutina o entorno esté influyendo en su capacidad para relajarse. Establecer rutinas claras, asegurarse de que haga suficiente ejercicio durante el día, y ajustar la dieta antes de dormir pueden marcar una gran diferencia. Con paciencia y consistencia, es posible ayudar a tu hijo a desarrollar hábitos de sueño saludables que promuevan el descanso adecuado.

¿Has notado que tu hijo se activa a la hora de dormir? Si quieres conocer más estrategias para ayudarlo a conciliar el sueño y que duerma solo, te recomendamos nuestro vídeo online.

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