Cómo preparo a mi hijo para ir a un psicólogo, sabes que lo necesita pero no sabes cómo decírselo.
Cuando un padre decide llevar a su hijo al psicólogo infantil, pueden surgir muchas dudas y preocupaciones. Es un paso importante que puede ayudar al niño a desarrollar herramientas emocionales y conductuales para afrontar distintas situaciones. Sin embargo, la preparación adecuada es clave para que el proceso terapéutico sea exitoso. En este artículo, te explicaremos cómo preparar a tu hijo para su primera sesión con un psicólogo infantil, asegurando que se sienta cómodo y comprendido en todo momento.
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1. Comprende la Importancia del Psicólogo Infantil
El primer paso es entender por qué tu hijo necesita ver a un psicólogo infantil. Algunos padres pueden sentirse culpables o preocupados por lo que esto implica, pero es fundamental recordar que acudir a un profesional no significa que haya algo “malo” en el niño. Al contrario, es una oportunidad para que reciba apoyo especializado y pueda desarrollarse de la mejor manera posible.
El psicólogo infantil puede ayudar en diversas situaciones, como:
- Problemas emocionales (ansiedad, tristeza, miedos, inseguridades).
- Dificultades en la escuela (falta de concentración, bajo rendimiento, problemas de conducta).
- Conflictos familiares o dificultades en la socialización.
- Procesos de duelo o cambios importantes en la vida del niño.
2. Habla con Tu Hijo de Forma Tranquila y Sencilla
Una vez que decides llevar a tu hijo al psicólogo, es importante explicárselo de una manera clara y adecuada para su edad. Evita usar palabras que puedan generar miedo o resistencia. En lugar de decir “vas al psicólogo porque tienes un problema”, puedes decirle algo como:
- “Vamos a visitar a una persona que nos ayudará a entender mejor algunas cosas y a sentirnos mejor”.
- “Es alguien con quien podrás hablar sobre lo que te preocupa y te dará herramientas para sentirte bien”.
Asegúrate de responder todas sus preguntas con sinceridad y paciencia. Si el niño siente que es una experiencia positiva, se mostrará más receptivo.
3. Normaliza la Visita al Psicólogo Infantil
Uno de los errores más comunes es presentar la terapia como un castigo o una consecuencia de un mal comportamiento. Es fundamental que el niño entienda que visitar al psicólogo infantil es algo tan normal como ir al pediatra cuando está enfermo. Puedes contarle que muchas personas acuden a terapeutas en distintos momentos de su vida para mejorar su bienestar emocional.
También es importante que evites transmitirle ansiedad o preocupación. Si el niño percibe que los padres están nerviosos, es probable que también se sienta inseguro. En cambio, si le muestras confianza en el proceso, lo vivirá de una manera mucho más positiva.
4. Anticipa la Experiencia
Para ayudar a tu hijo a sentirse cómodo en la sesión, puedes explicarle cómo será la experiencia:
- Quién lo recibirá y en qué tipo de lugar estará.
- Qué tipo de actividades podría hacer (dibujos, juegos, conversaciones).
- Que podrá hablar libremente y que su opinión es importante.
Si es posible, muéstrale una foto del psicólogo infantil o del consultorio. Esto le dará una idea de lo que esperar y reducirá su ansiedad.
5. Refuerza el Valor de Expresar sus Sentimientos
Algunos niños pueden mostrarse reacios a hablar sobre sus emociones, especialmente si no están acostumbrados a hacerlo en casa. Puedes fomentar esta habilidad antes de la cita animándolo a expresar cómo se siente en diferentes momentos del día.
Usa preguntas abiertas como:
- “¿Cómo te sentiste en la escuela hoy?”
- “¿Qué fue lo que más te gustó de tu día?”
- “Si pudieras cambiar algo de tu día, ¿qué sería?”
Esto ayudará a que el niño se acostumbre a identificar y expresar sus emociones, facilitando su interacción con el psicólogo infantil.
6. Acompaña a Tu Hijo sin Presionarlo
El día de la consulta, acompáñalo de manera tranquila y sin prisas. Evita frases como “compórtate bien” o “di todo lo que te pregunten”, ya que pueden hacer que el niño sienta que debe actuar de una manera específica en lugar de ser él mismo.
Dependiendo de la metodología del psicólogo infantil, puede que los padres participen en la sesión inicial. En algunos casos, el terapeuta hablará primero con los padres y luego con el niño, mientras que en otros trabajará directamente con el pequeño. Cualquiera que sea el caso, confía en el profesional y en el proceso terapéutico.
7. Refuerza la Experiencia Positiva Después de la Sesión
Después de la sesión, pregúntale a tu hijo cómo se sintió sin presionarlo a dar detalles. Puedes preguntarle:
- “¿Cómo te sentiste al hablar con el psicólogo?”
- “¿Qué fue lo que más te gustó de la sesión?”
Si el niño no quiere hablar mucho sobre la consulta, no lo fuerces. Dale su espacio y refuerza la idea de que ir al psicólogo es algo bueno para él.
8. Sigue las Recomendaciones del Psicólogo Infantil
Finalmente, para que el proceso sea efectivo, sigue las sugerencias del terapeuta. En muchos casos, los padres también juegan un papel clave en la terapia al aplicar estrategias en casa. Mantén una comunicación abierta con el profesional y no dudes en preguntar cualquier duda que tengas.
Conclusión
Preparar a tu hijo para ir al psicólogo infantil es un proceso que requiere empatía, paciencia y comunicación. Al explicarle de manera positiva, normalizar la terapia y brindarle apoyo, le ayudarás a sentirse seguro y confiado en este nuevo proceso. Recuerda que acudir a un especialista no es una señal de debilidad, sino una decisión valiente y responsable que contribuirá al bienestar emocional de tu hijo.