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Insomnio
Somos expertos en el insomnio y su tratamiento. El insomnio es uno de los trastornos más prevalentes en nuestra sociedad, entre un 10% y un 30% de la población adulta la padece.
Aunque no hay duda que la predisposición genética influye en la facilidad o no de conciliar el sueño. Existen otros factores a tener en cuenta como causantes de insomnio.
La sociedad actual se caracteriza por el excesivo estrés y distracciones a los que nos vemos sometidos. La televisión, internet y las continuas exigencias de nuestro entorno nos alejan del contacto con nosotros mismos y con nuestra paz interior.
Hablamos de insomnio en el caso de un sueño que no produce la adecuada recuperación energética que necesita el organismo para continuar con las actividades cotidianas del día. (No interesa la cantidad de horas que se duerme sino su calidad).
Hay tres tipos de insomnio, lo que es importante de cara al tratamiento
Insomnio de conciliación: las dificultades se presentan para iniciar el sueño.
Insomnio de mantenimiento: comenzar el sueño es fácil, pero mantenerlo estable durante la noche es muy difícil; durante la noche se presentan despertares frecuentes, dejando al día siguiente una sensación de cansancio.
Insomnio de finalización: la persona no tiene dificultades para comenzar a dormir pero se levantará más adelante, en la noche, y no puede volver a dormir.
La alteración del sueño (o la fatiga diurna asociada) provoca malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la vida del individuo.
Si no existe una alteración de la vida cotidiana de la persona con insomnio no se considera este como una enfermedad sino un síntoma que nos está dando información de alguna alteración o desequilibrio, en definitiva de algo que no funciona bien en el organismo.
Detrás del insomnio puede haber problemas de estrés, demasiada cafeína, depresión, cambio de jornada de trabajo o dolor por problemas médicos. Puede haber tantas cosas escondidas detrás del insomnio como personas existen.
Un análisis de los hábitos, y de las preocupaciones o causas, nos ayudarán a poner fin al problema.
Insomnio tratamiento qué hacer
Los problemas de sueño son muy comunes. Cuando tenemos una preocupación o hay un cambio en nuestra vida el sueño es una de las primeras cosas que se ve alterada en muchas personas. Los problemas de sueño pueden ser desde despertares nocturnos, sueño poco reparador, pesadillas, o de lo que vamos a hablar en este artículo insomnio.
El insomnio se define como dificultades para conciliar el sueño. Estas suelen aparecer en periodos de estrés, depresión, ante situaciones problemas no resueltas, estilo de vida sedentario o cambios de turno a nivel laboral.
Las consecuencias del insomnio sin tratamiento
Son diversas entre las que podemos destacar:
- Irritabilidad durante el día
- Problemas de concentración
- Dificultades en las tomas de decisiones
- Falta de energía
- Apatía
- Ansiedad
- Problemas de memoria
Estas consecuencias si se mantienen en el tiempo pueden conllevar problemas diversos en nuestra vida personal, laboral y social.
Pero qué podemos hacer ante el insomnio
Lo primero de todo es ver el por qué del mismo. No basta con trabajar las consecuencias o aplicar pautas de higiene del sueño. El insomnio es un síntoma de que algo no está funcionando bien. El cuerpo nos está dando una señal de que hay que hacer algún cambio. Por todo ello es muy útil, comenzar a registrar desde cuando y de qué modo ocurre. Qué hacemos antes de ir a dormir, si la dificultad en el sueño se acrecienta o mejora en determinada época o días de la semana. Es decir, no es lo mismo que un problema de insomnio sea consecuencia de una dificultad de adaptación a que este sea un inadecuado aprendizaje del control del sueño. No todos los problemas de sueño pueden ser mejorados del mismo modo. Así que la primera premisa es detectar de dónde viene y trabajar la misma, además de llevar a cabo pautas de higiene del sueño.
Si tienes problemas para dormir, además de las pautas que sabes que tienes que hacer, analiza qué está pasando y acude a un profesional que te guíe en cómo mejorar la situación. Recuerda que el sueño es un síntoma, es una “alarma” que tu cuerpo te muestra de que algo tienes que cambiar. Así que tienes suerte de haberte dado cuenta, descúbrelo.