Se hace pis en la cama ¿espero a que madure?
¿Por qué mi hijo se hace pis en la cama? Entendiendo el problema de la enuresis nocturna
Es normal que los padres se preocupen si su hijo se hace pis en la cama, especialmente si nunca ha logrado controlar este hábito durante la noche. Este problema, conocido como enuresis nocturna primaria, puede estar relacionado con el proceso de maduración, aunque en algunos casos existen otras causas que deben considerarse.
Maduración del control de esfínteres
Controlar la vejiga durante la noche es un proceso complejo que implica la coordinación entre el cerebro, los músculos de la vejiga y las señales hormonales. En algunos niños, este proceso simplemente toma más tiempo. Es importante recordar que:
- Hasta los 5 años, hacerse pis en la cama puede ser completamente normal.
- Algunos niños tardan más en desarrollar el control nocturno debido a factores genéticos (si uno de los padres tuvo enuresis nocturna, las probabilidades aumentan).
En nuestro curso también os contamos cómo deben de madurar a nivel fisiológico.
Maduración de las funciones ejecutivas del cerebro
El control de esfínteres, especialmente durante la noche, no solo depende de la maduración física del cuerpo, sino también de las funciones ejecutivas del cerebro. Estas funciones son las responsables de habilidades como el autocontrol, la planificación, la atención y la regulación de impulsos. Cuando un niño se hace pis en la cama (enuresis nocturna primaria), puede estar relacionado con que estas funciones aún no han madurado completamente.
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Las funciones ejecutivas y el control de esfínteres
El cerebro juega un papel fundamental en la capacidad de reconocer, interpretar y actuar frente a las señales que envía el cuerpo. En el caso del control nocturno de la vejiga, esto incluye:
- Reconocimiento de señales internas: Las funciones ejecutivas ayudan al cerebro a detectar la sensación de vejiga llena y decidir si es necesario despertarse para ir al baño.
- Autocontrol: Implica la capacidad de retener la orina mientras se busca una solución, algo que depende de la coordinación entre el cerebro y los músculos de la vejiga.
- Desarrollo de rutinas: Las funciones ejecutivas ayudan a establecer hábitos, como vaciar la vejiga antes de dormir.
El cerebro de los niños está en constante desarrollo, y el control nocturno de la vejiga requiere que varias áreas trabajen juntas:
- Lóbulo frontal: Es crucial para el autocontrol y la toma de decisiones, como responder a la señal de vejiga llena. En niños más pequeños, esta área aún está en desarrollo.
- Conexión cerebro-cuerpo: Durante el sueño, el cerebro debe mantenerse lo suficientemente alerta para captar las señales de la vejiga, lo cual depende de la madurez del sistema nervioso.
- Producción de la hormona antidiurética (ADH): Este proceso es regulado por el cerebro y ayuda a reducir la cantidad de orina durante la noche. En algunos niños, la producción de esta hormona tarda más en ajustarse.
¿Qué significa esto para los padres?
La enuresis nocturna es, en muchos casos, una señal de que el desarrollo cerebral y las funciones ejecutivas aún no están totalmente maduras. Esto no es un reflejo de falta de esfuerzo o de educación, sino un proceso biológico que requiere tiempo.
Cómo apoyar este desarrollo
- Estimular las funciones ejecutivas: Juegos que impliquen memoria, planificación y control (como juegos de mesa o de rol) pueden ayudar al desarrollo general del cerebro.
- Establecer rutinas predecibles: Esto refuerza la capacidad de planificación y organización, ayudando al cerebro a anticipar las necesidades del cuerpo.
- Evitar la presión: El desarrollo de las funciones ejecutivas es un proceso natural. Castigar o presionar al niño puede generar ansiedad, lo que dificulta aún más la autorregulación.
En resumen, la enuresis nocturna está íntimamente relacionada con la maduración de las funciones ejecutivas del cerebro. Comprender esto ayuda a los padres a adoptar una actitud más paciente y a proporcionar el apoyo necesario mientras el cerebro del niño alcanza el nivel de desarrollo adecuado para gestionar el control nocturno de la vejiga.
Otras posibles causas
Si bien la maduración suele ser el motivo principal, también existen otras causas que podrían influir, como:
- Sueño muy profundo: Algunos niños no perciben las señales de la vejiga llena mientras duermen.
- Producción insuficiente de la hormona antidiurética (ADH): Esta hormona reduce la producción de orina durante la noche. Si no se produce lo suficiente, puede haber más orina de la que la vejiga puede retener.
- Problemas médicos: Infecciones urinarias, diabetes o estreñimiento pueden contribuir al problema.
- Estrés o cambios emocionales: Situaciones como el inicio escolar, problemas familiares o cambios en la rutina pueden desencadenar episodios de enuresis.
Qué pueden hacer los padres
- Evitar la culpa y el castigo: Es crucial no culpar al niño, ya que esto puede generar más ansiedad y empeorar el problema.
- Establecer rutinas: Llevar al niño al baño antes de acostarse y no limitar los líquidos por la noche puede ayudar.
- Considerar estrategias adicionales: En algunos casos, nuestro curso te enseñará el uso de alarmas de enuresis con terapia conductual. Y funciona!!!
La clave está en saber cómo, te lo contamos en el curso Tratamiento de Enuresis. Hacerse pis en la cama no es algo que el niño haga a propósito, y con nuestra ayuda, la mayoría de los niños superan este problema. Acompañarles con comprensión y atención les ayudará a ganar confianza y afrontar esta etapa con éxito.
El primer paso que suelen dar, y el recomendable, es acudir al pediatra para que descarte cualquier afectación médica o fisiológica que explique el porque de la no adquisición de dicha autonomía. Una vez descartado este hecho surge la pregunta ¿qué podemos hacer?, la mayor parte de los pediatras recomiendan la disminución de la ingesta de líquidos a partir de las 6 de la tarde y esperar a que madure.
¿Esta es realmente la solución? Con respecto a la limitación de la ingesta de líquidos no conseguimos nada más que ocultar el problema, es menos probable que se haga pis pero no le estamos enseñando a que lo aprenda, además se lo hará pero en menos cantidad.
Con respecto al esperar a que madure, es cierto que para la adquisición del control de esfínteres se requiere de una maduración neurológica, por ello no todos los niños aprenden a la misma edad, pero la maduración no asegura que lo consiga y además en esta premisa nos olvidamos de las emociones del niño.
El hacerse pis genera una baja autoestima, preocupaciones, problemas de sueño o inseguridad entre otros, ya que el niño observa que no es capaz de hacer algo que pueden hacer los demás niños, sin olvidar que les hace no poder formar parte en ocasiones de situaciones sociales como salir a casa de algún amiguito o ir de campamento.