Guía de supervivencia para tiempos inciertos

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Guía de supervivencia para tiempos inciertos

Hoy os traigo una rápida guía de supervivencia para tiempos inciertos y difíciles como los que últimamente parece que tenemos. Pues desde que empezamos con la pandemia, parece que esto na va a parar.

Parece que los tiempos que corren quieren ponernos a prueba, y en muchos casos lo están consiguiendo, hasta las mentes más preparadas tienen momentos de caer, de desánimo y/o de ansiedad.

Primero, la pandemia, con confinamiento de tres meses y medio incluido, luego la crisis económica, a lo que se le sigue con la guerra en Ucrania, y en España la huelga de transportes, con estanterías sin leche. Y tras todo ello, se oyen frases tan impactantes como si una posible Tercera Guerra Mundial, inflacción o bombas nucleares. Nos levantamos cada día pegados a las noticias del móvil, deseando que se acabe la guerra de Ucrania y pidiendo que la cosa se estabilice.

Esto en nuestras mentes se traduce en una inseguridad constante, y un futuro incierto, sin saber si reservar o no un viaje para estas vacaciones o mejor ahorrar porque la economía parece empeorar.

Uno de los objetos más vendidos en Amazon son unas lámparas radios a manivela que parece querer todo el mundo y que por supuesto están agotadas. Parece que el futuro que nos espera puede ser de todo menos tranquilo y apacible.

Y a todo esto, el Covid continua entre nosotros y según comentan científicos, la pandemia no parece ver que ha acabado y que el fin aún está lejos.

Así que os proponemos un manual o Guía de supervivencia para tiempos inciertos, por lo que pueda estar aún por venir y mirando por la salud mental de todos.

Guía de supervivencia para tiempos inciertos

  • Di sí a cualquier plan que te surja, no dejes para mañana lo que el cuerpo pueda llevarse hoy, al fin y al cabo, el mañana no sabemos qué nos deparará el futuro. Así que si te surge un plan entretenido apúntate.
  • Prohibido ver las noticias y el móvil a todas horas, sólo al final del día.
  • Pasa tiempo con tus seres queridos, olvida el móvil y disfruta de su compañía, de su conversación, halo como si no les vieses a ver nunca más.
  • Disfruta del presente, de cada día. Tírate de la cama y asómate por la venta si hace sol disfruta del calor en la cara y si llueve, disfruta de las gotas de lluvia cómo dan en tu cara. Piensa en qué puedes hacer hoy para llevarte un momento. Céntrate en lo que haces, en la presión de tus dedos al golpear el teclado del ordenador, o del color de las hojas de los árboles a la que vas de camino a casa.
  • Vuélvete un “disfrutón”, sal de cena, al teatro, con amigos o de viaje. Al menos una vez a la semana.
  • Abraza a tu pareja cada día, siente su cercanía y calor, y no dejes de decirle lo mucho que lo quieres o lo guapo que está.
  • Ponte guapo cada día, arréglate. Que cuando te mires en el espejo te guste lo que ves. Ponte la ropa que más te guste. Se acabó el guardarla para que no se estropee. Y peínate, maquíllate, busca un look con el que te sientas cómodo pero atractivo.
  • Viaja y conoce sitios nuevos. Una buena manera de enriquecer el cerebro y llevarte de buenas vibraciones, de nueva energía. Una vez al año proponte conocer un sitio nuevo, una delicia para los sentidos.
  • Rodéate de naturaleza. Somos parte de la naturaleza, la necesitamos, pasear entre los árboles, descalzos por la playa o hacer jardinería recarga nuestras pilas.
  • Ahorra, por lo que podrá pasar. Aparta todos los meses un dinero y no lo toques. De hecho, muchos bancos tienen la opción de apartar un importe fijo mensual. Te dará tranquilidad ante un futuro cada vez más inestable.
  • Gasta con cabeza, para disfrutar. No dejes de darte pequeños caprichos mensuales. Destina otra pequeña parte mensual para ellos.
  • No te preocupes por lo que no puedes controlar y no está bajo tus manos. Cómo preocuparte porque pueda caer una bomba nuclear. Lee información sobre cómo prepararte y ocúpate de ello, preocuparse no vale para nada. Y una vez preparado, acepta que puede ocurrir.
  • Y reza, deja tu destino en manos De Dios. Al fin y al cabo, él sabe mejor que nosotros. Confía.

Elisa Vaca

Psicóloga

Cómo disfrutar sin preocupaciones