Bullying en Adolescentes
Uno de cada tres adolescentes ha sufrido acoso escolar, según la UNESCO, el Bullying en adolescentes, es, además, el que más secuelas emocionales deja.
La adolescencia es una etapa en la que cobra una especial importancia el desarrollo de la personalidad. Asentar y saber colocar las experiencias que nos ocurren, así cómo interpretar las experiencias pasadas, es algo que determinará el desarrollar o no una personalidad difícil o incluso en Trastorno de Personalidad.
Un adolescente que ha sufrido o sufre bullying, suele desencadenar en importantes problemas de autoestima e inseguridad, que, de no tratarse, acaban marcando su vida como adultos, tanto laboral como personal. Los lleva a no mostrar sus habilidades, así como a tomar decisiones menos adecuadas por miedo o evitar algún tipo de situación.
El acoso escolar o bullying se da cuando un alumno se ve menospreciado por sus compañeros, y sufre continuas formas de maltrato como insultos, que se rían de él, le empujen, le quiten material escolar o le peguen. Este tipo de conductas se repite en el tiempo de manera prolongada. Suelen quedarse solos en el patio y no suelen ser invitados a cumpleaños.
Consecuencias del bullying en adolescentes
Podemos encontrar consecuencias psicológicas como ansiedad, depresión, timidez extrema, inseguridad, miedos, problemas para conciliar el sueño, problemas de alimentación. También ideas suicidas, y cambios de ánimo. Así como quejas somáticas, que van desde dolores de cabeza, de tripa, mareo o vómitos. Los domingos por la noche, suele ser el día que más se acusan estos síntomas.
Qué pueden hacer los padres
Lo primero de todo ante un caso de bullying en adolescentes, es importante que el adolescente se sienta escuchado y entendido. Los padres deben comunicar cuanto antes al colegio lo que está ocurriendo, tanto al profesor como en dirección, donde deben vigilar que este tipo de conductas no se den. También se puede valorar el cambio de colegio o instituto.
Pasar más tiempo con el adolescente, procura pasear más con él, para fomentar la confianza y que pueda contarte más cosas. Es importante que haga algún tipo de deporte.
Qué puede hacer un psicólogo
Lo primero es reinterpretar todo lo que le ha ocurrido y cambiar esquemas cognitivos que le harán sufrir más. Favorecemos un colchón psicológico donde se sienta más cómodo y protegido. También mejoramos su autoestima y seguridad en sí mismo. Siempre con un programa de mejora de habilidades sociales como aprender a decir no o saber defenderse. Así como el entrenamiento de habilidades y estrategias de afrontamiento de situaciones y solución de problemas.