Detección precoz trastornos del aprendizaje
Los trastornos de aprendizaje son trastornos de base neurobiológica. Con un componente genético que condiciona que un niño con un nivel de inteligencia normal no consiga avanzar en uno o más aprendizajes de forma adecuada.
Cuando un menor tiene un problema en este campo presenta mayores complicaciones que el resto de niños de su edad. Para asimilar y comprender determinados conceptos. Y afrontar tareas. Además de tener menos destrezas, habilidades o recursos personales para sacar adelante algunas tareas.
El principal objetivo del tratamiento de estos trastornos de aprendizaje es que los niños adquieran los conocimientos fundamentales en el área donde presentan las dificultades. Para conseguir la titulación escolar de enseñanza obligatoria.
Cuanto antes se detecten estas dificultades, mejor ya que se puede intervenir. Y el margen de mejora es muy amplio. Además cuanto antes se realice esa detección, menor será la intervención necesaria para paliar los efectos negativos. Ya que así evitamos que afecte a diferentes áreas del desarrollo del menor.
El principal problema respecto a estos trastornos de aprendizaje es que pueden adoptar múltiples formas por lo que son más complicados de detectar tanto por quienes no tienen experiencia en este ámbito. Para detectar estos problemas cuanto antes, es imprescindible una adecuada coordinación entre los distintos ámbitos del niño que son el familiar, el escolar y el clínico. Es importante que tanto las familias como el personal docente, esté familiarizado con estos trastornos.
Muchas veces cuando estos trastornos no se han detectado se culpa al niño por la falta de resultados en la escuela, lo que a nivel emocional afecta gravemente al niño. Además la experiencia de vivir los años de escolarización con los efectos de estos trastornos es muy frustrante para el menor. Todo esto da lugar en muchas ocasiones a fracaso escolar por parte de los menores que padecen estas dificultades y que no han sido detectadas ni tratadas.
Es muy importante por parte tanto de los padres como de los profesores en caso de ver alguna dificultad grave a la hora de escribir, de expresarse, de entender los números, de leer, etc. que acudan a un especialista para que así el impacto de estos trastornos de aprendizaje sea el menor posible en el desarrollo del menor.
Lucía Ongil
Psicóloga
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