Algunos consejos que pueden ayudar a disfrutar de estos días, sin perder el tiempo en pensamientos negativos y rumiaciones que impidan aprovechar aquello que se lleva todo el año esperando, son entre otros, los que se ofrecen a continuación:
- Aprender a relajarse a través de la respiración: Mediante el manejo y control de la respiración es posible estar más tranquilo, así pues en función de cómo respiremos nos encontraremos de una forma u otra; centrando la atención en la propia respiración, logrando respiraciones más lentas, se logrará un nivel más bajo de activación lo cual permitirá a su vez la relajación.
- Centrar la atención en los detalles de esas situaciones que hacen que uno mismo se encuentre bien, tratando de conectar con el entorno, con los sonidos, los colores… y del mismo modo con las propias sensaciones experimentadas, esto es, lograr una atención plena para difrutar aquí y ahora.
- Vivir el presente para conectar mejor con uno mismo y estar así únicamente pendiente de aquello que pasa en el momento presente de la propia vida.
- Establecer márgenes cortos de tiempo para decidir, realistas y ajustados en caso de que sea inevitable tomar una decisión que en este momento genere malestar; tratar de llevarla a cabo lo antes posible y no demorarla, lo cual evitará la rumiación que conlleva la postergación.
- Decirse a uno mismo “basta” en situaciones dónde no se pueda pensar con claridad, siguiendo la técnica denominada parada del pensamiento, que posibilita reducir la rumiación.
- Aprender a ser asertivo para decir “ahora no, estoy en mis vacaciones” y cuidarse a uno mismo.
Aida Mañero Ocarranza
Psicóloga Sanitaria