Cómo favorecer una adecuada motivación escolar
La motivación es una de las tareas pendientes a nivel escolar. En el centro vemos niños, cada vez de menor edad, con falta de motivación escolar, son niños desganados con una actitud pasiva hacia las tareas. lo que hace que se genere un círculo vicioso en el que la fata de ganas rema a contracorriente del aprendizaje ya que la activación necesaria para aprender es básica para una buena adquisición.
Diversos autores han estudiado esta temática y ded todos ellos elegimos las siguientes técnicas para incrementar la motivación al estudio (según Salas Parrilla, 1990):
- Buscar objetivos a corto plazo. Los objetivos a largo plazo generan una gran frustración así como desesperación se necesita dividirlos en partes o establecerse objetivos a corto plazo.
- Usar técnicas activas: estudiar apoyándose en subrayado, esquematización, resumen, hacerse preguntas e intentar resolverlas, etc es muy importante que el sujeto esté implicado en el estudio y aprendizaje ya que de este modo el aprendizaje se verá facilitado y el sujeto se sentirá más orgulloso por el resultado obtenido.
- Hacer del estudio un hábito: estudiar todos los días a la misma hora y en la misma habitación. Siempre realizar las mismas rutinas, lo cual hace que se automatice el proceso y sea más sencillo hacerlo.
- Evitar los distractores. Es muy importante eliminar elementos tecnológicos así como material innecesario.
- Gratificar los objetivos cumplidos. Siempre, siempre, es importarse premiarse por la consecución de los pequeños objetivos y sin olvidar el esfuerzo, el que en la mayoría de las ocasiones es lo más importante.
- Concederse pequeños premios cuando consiga objetivos planificados.
- Si no está instalado, hacer un sobreesfuerzo inicial: Los primeros días son los más difíciles de todos y es algo que siempre se tiene que tener presente ya que nada es fácil pero para evitar la desgana acordarse que sólo es el principio. Para ello es muy útil ir tachando visualmente el tiempo que ha pasado y puntuar del 1 al 10 el sobreesfuerzo.
Belén Pozo
Psicóloga
