Psicología infantil: Características de los niños con TDAH
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno del neurodesarrollo caracterizado por la dificultad de mantener de manera voluntaria la atención ante las actividades cotidianas y escolares además de una falta de control de impulsos e hiperactividad que interfiere en el desempeño, funcionamiento y desarrollo de la vida del niño.
Sus síntomas principales, son independientes unos de otros. No todos los niños van a manifestar los mismos síntomas ni en la misma intensidad. Por ello, cabe diferenciarse tres tipos de presentaciones en función del tipo de sintomatología que prevalezca:
- Presentación donde predomina la falta de atención.
- Presentación donde predomina la hiperactividad y la impulsividad.
- Presentación combinada, donde se cumple el criterio de falta de atención y de hiperactividad e impulsividad.
Algunas de las características que presentan los niños con TDAH se describen a continuación:
Concentración. Ante un video juego o una película que resulte gratificante suelen mantener una buena concentración. Por el contrario, ésta, se ve disminuida en tareas poco excitantes, aburridas o rutinarias, como puede ser el caso de las tareas en el ámbito escolar.
Memoria de trabajo. Este tipo de memoria, es primordial para llevar a cabo actividades múltiples y tareas simultáneas. Generalmente, la capacidad de memoria operativa es baja, con lo que va a repercutir en el desarrollo de tareas de razonamiento, de planificación o de comprensión lectora, entre otras. Como el cambio de foco atencional es constante, ello interfiere en el buen funcionamiento de la memoria de trabajo.
Manejo del tiempo. La noción temporal del tiempo se encuentra mermada. Les supone un gran reto estimar el tiempo que van a poder tardar en hacer una tarea. Incluso a veces, también muestran dificultades para estimar el momento del día en el que se encuentran o el día de la semana que es.
Organización, planificación y establecimiento de metas. Estos procesos cognitivos son importantes para la resolución de problemas. Por un lado, para poder valorar que ideas son relevantes en las tareas de aprendizaje y poder comunicarlas, se necesita de una organización de la información. Por otro lado, el plantearse una meta e ir poco a poco, paso a paso, hasta llegar a alcanzarla, supone un problema ya que viven el momento presente y el planificar una actividad que no sea en el aquí y ahora, es decir, una tarea a corto, a medio o a largo plazo, les va a resultar difícil.
Monitorización. La supervisión de la propia conducta se encuentra disminuida puesto que no son capaces de evaluar su rendimiento durante la realización de la tarea y una vez concluida. No se es consciente en ese momento de qué es lo que se debe de hacer ni de cómo se ha de hacer, sino que más bien actúan de manera autónoma e inconsciente.
Reconocer las emociones. Muestran dificultades tanto en la identificación de sus propias emociones como en la de los demás.
Autorregulación emocional e inhibición de respuestas. La capacidad de autocontrol a nivel emocional y conductual se ve mermada con lo que la forma de actuación es impulsiva.
Aprendizaje de experiencias anteriores. Muestran dificultades a la hora de aprender de las consecuencias de sus propias conductas, por ello, requieren de una mayor cantidad de oportunidades para aprender de sus actos.
Motivación y acción. La motivación en ellos, se caracteriza por ser mayoritariamente extrínseca, es decir, a de provenir de fuera del niño, ya que el control interno del que dispone es muy baja. Por ello, generalmente, cuando llevan a cabo una conducta la hacen, bien, porque capta su atención involuntariamente, o bien, porque va a obtener ciertas recompensas externas.
Esfuerzo. Según la tarea que se vaya a realizar, la capacidad de esfuerzo y de perseverancia por parte del niño, será mayor o menor, en función del grado de motivación y de la dificultad que pueda acarrear el cumplir dicha tarea ya que se muestra dificultad en la consecución de las metas. Necesitan de manera continua de actividades que sean motivantes, atractivas y novedosas para mantener un nivel adecuado de concentración y de implicación.
Relaciones con los iguales. A la hora de relacionarse con el resto de los niños en clase, en las actividades extraescolares, en el parque o en una fiesta de cumpleaños, tienen dificultades puesto que se muestran inatentos, desinhibidos e impulsivos o no hacen uso de una adecuada modulación de las respuestas emocionales en función de las demandas del contexto.
Información obtenida de:
Guerrero, R. (2016). Trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Entre la patología y la normalidad. Barcelona. Editorial Planeta, S. A.
Miriam Benavides
Psicóloga Sanitaria