La planificación diaria del estudiante

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La planificación diaria del estudiante

Estudiar es una actividad que requiere de la implicación de muchas habilidades: atención, concentración, memoria, razonamiento, planificación y organización, sintetizar, detallar, expresar la información, autorregulación, anticipación,…

 

El día a día del estudiante está repleto de actividades. Además de las horas dedicadas al estudio y al aprendizaje durante el horario escolar, fuera del mismo, hay otras tareas y actividades a las que dedicar tiempo: aprender otro idioma, practicar un deporte, hacer trabajos, realizar los deberes, preparar un exámen, disfrutar de los ratos de juego,…

 

Un buen hábito de trabajo y programación del estudio facilita al estudiante un mejor desarrollo de todas sus tareas diarias. La organización del tiempo es primordial. Por un lado el estudiante no se sobrecarga con tareas que difícilmente va a cumplir, y por otro lado, sabe exactamente del tiempo del que dispone para la realización de sus quehaceres sin llegar a desbordarse.

 

Por ello, sería conveniente establecer metas razonables, tanto a corto como a medio o largo plazo. Por ejemplo, terminar para mañana los deberes de matemáticas y de francés que no han dado tiempo a hacer en clase, o repasar la lista de diez palabras nuevas de inglés que se han dado hoy y que el profesor preguntará mañana, serían objetivos a corto plazo. También el estudiante puede plantearse empezar a realizar los esquemas de biología para el próximo exámen o, ir leyendo diariamente un par de páginas del libro de lectura del que tendrá que hacer un trabajo a finales del segundo trimestre. Podrían ser ejemplos de metas más a medio/largo plazo.

 

Si el estudiante aprende a planificar su estudio:

 

  • Se eliminarán los atracones de último momento.
  • Se controlará mejor la tensión y el nerviosismo horas antes del exámen.
  • Se podrá dormir mejor durante la noche.
  • Se disfrutará de tiempo para descansar y desconectar.
  • Se dispondrá de tiempo para realizar otras tareas (ir a un cumpleaños, hacer deporte, salir al parque,…), que contribuirán al que el cansancio se reduzca.
  • Va a costarle menos ponerse a hacer las tareas.
  • Va a favorecer su capacidad de concentración.
  • Se aprovechará más el tiempo.
  • El rendimiento será mayor,…

 

El desarrollo de los hábitos de estudio, favorecerá con el paso del tiempo, un mejor rendimiento académico, de tal manera que si poco a poco se van introduciendo los horarios y las rutinas académicas, las dificultades para ampliar estos horarios serán menores.

 

Miriam Benavides

Psicóloga Sanitaria