Desarrollo de un apego seguro
El apego es un tipo de vínculo que refleja el lazo afectivo duradero que se establece en el espacio/tiempo. Entre el bebé y el cuidador. El apego seguro se determina por la presencia de una persona en la vida del niño capaz de mostrarse sensible y atento a las necesidades del niño.
Algunas características del desarrollo del apego seguro son:
- El niño se siente seguro al explorar teniendo cerca la figura de apego
- Al separarse de la figura, siente ansiedad, buscando a la madre cuando esta regresa.
- Busca el contacto físico y emocional con la figura de apego
Para lograr estas características en la relación con la figura de apego, vamos a proponer algunas actitudes y herramientas para fomentarla. Estas actitudes puedes ser:
- Ponerles límites de forma sensible: es un aspecto fundamental en cualquier relación. Cuándo ponemos límites, es importante explicarles de una manera coherente y educativa el por qué “no´´. Aunque cueste muchas veces poner estos límites es imprescindible para el correcto desarrollo tanto emocional como cognitivo del niño.
- Disponibilidad emocional: es importante poder conectar con sus emociones y validarlas. Hay que respetar y permitir la expresión de sus emociones así como enseñarles a ponerle nombre a estas emociones, que muchas veces para ellos es la primera vez que lo sienten. Necesitamos ponernos en su lugar y pensar que lo que para nosotros puede ser una tontería, ellos lo ven como un reto.
- Presencia: aunque parezca básico es muy importante, ya que hay que desmentir mitos sobre que, por ejemplo, coger al niño en brazos lo malcría. Tenemos que transmitirle nuestro afecto incondicional, fomentando así la transmisión de protección y seguridad. Hay que mostrarse disponibles para ellos, sin tampoco llegar a obsesionarnos y sobreprotegerles estando constantemente encima de ellos. Son ellos los que en casa de necesidad vendrán a buscarnos y tendremos que estar ahí para ellos, no ir nosotros detrás de ellos. Aun estando presentes debemos fomentar la autonomía del niño, dejándole libertad para explorar todo lo que para él es nuevo en este mundo
- Calma: para poder realizar lo anteriormente citado, es imprescindible hacerlo desde la calma. Algunas de las demandas del niño serán exigente como pueden ser las rabietas o los llantos, ya que el apego no es algo únicamente orientado a cosas buenas. Hay que ser consciente de que el niño no es capaz de autorregularse ni de entender lo que siente, por lo que habría que enseñarle desde la calma, para actuar nosotros como regulador desde el exterior.
Lucía Ongil
Psicóloga
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