Psicología infantil: Terrores nocturnos

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Psicología infantil: Terrores nocturnos

RoEl terror nocturno es una reacción súbita de miedo, que tiene lugar en la transición de la fase de sueño más profunda no REM (de dos a tres horas de conciliación del sueño), al sueño más superficial REM, etapa en la que se producen los sueños.

Es un trastorno del sueño, que parece a una pesadilla pero mucho más intensa.

Muchos niños a los que les ocurren estos terrores, podrían cambiar de postura en la cama, sentarse, estar acostados, llorar, gritar, patalear, gimotear, balbucear y no parar de moverse con los ojos abiertos, pero sin que estén realmente despiertos.

Este tipo de respuestas son debidas a una alteración del sueño, que se encuentran en una fase intermedia entre el sueño y la vigilia. Podríamos hablar de un despertar parcial durante una etapa de sueño profundo, en la que parecen estar despiertos, pero en realidad se encuentran dormidos.

Los padres al ver que sus hijos sienten miedo, viven una situación muy angustiosa y de impotencia, al no poder hacer nada al respecto. Al encontrarse en esta fase, el niño no es consciente de la presencia de sus padres en la habitación, por lo que es poco probable que pueda reaccionar a los mensajes de calma que se le quieren transmitir.

Entender los terrores nocturnos, puede ayudar a disminuir las preocupaciones de los padres y así ayudarles a dormir más tranquilos por las noches.

Los investigadores expertos en este campo, consideran que, los terrores nocturnos se producen como fallos misteriosos en las transiciones que normalmente hacemos cada noche, entre las diversas etapas del sueño. Hasta un 15 por ciento de los niños tienen terrores nocturnos en algún momento, iniciándose por lo general entre 1 y 5 años de edad. Puede continuar hasta los 7 años e incluso alargándose hasta la adolescencia.

Un episodio puede durar de 2 a 40 minutos y cuando finaliza, vuelve a dormir sin recordar lo sucedido.

¿Qué se recomienda hacer?

  •  No debemos despertar al niño durante el terror nocturno, ni intentar inmovilizarle.
  •  Vigilarle para asegurarnos de que no se haga daño y esperar unos minutos hasta que el episodio pase.
  • Intentar que el ambiente antes de irse a la cama sea lo más relajado posible. Evitar demasiada excitación o estímulos violentos y reducir el estrés al que puede estar  sometido el niño las horas antes.
  • Establecer una rutina a la hora de acostarle y que cumpla las horas necesarias de sueño para su edad.

Información extraída:

http://m.bebesymas.com/salud-infantil/parasominas-infantiles-terrores-nocturnos-en-los-ninos.

http://espanol.babycenter.com/a7400009/terrores-nocturnos-por-qu%25C3%25A9-ocurren-y-qu%25C3%25A9-hacer-al-respecto#ixzz46uvDmKcl

Rocio Delgado

Psicóloga