Los cambios en las estaciones del año conllevan cambios en las emociones y estado psicológico. La primavera suele producir en ocasiones dos posibles cambios, una subida extrema del estado de ánimo o por el contrario una bajada en el estado de ánimo y aumento de la ansiedad acompañado de cansancio físico y desgana. Esto es debido a los cambios de los hábitos, al aumento de las horas de luz, temperaturas inestables así como a los cambios de la presión atmosférica la cual suele influir en los dolores de cabeza así como en la presión arterial, la cual baja y se da una mayor propensión a los mareos y malestar físico.
Por lo general los estados antes mencionados son pasajeros hasta que el cuerpo se adapta a los cambios estacionales, por lo que ante estas emociones lo mejor es intentar adaptarse a los mismos de manera funcional. Por ejemplo ante la apatía o desgana lo mejor es realizar actividades agradables o al aire libre. Ante el cansancio físico es muy importante controlar las horas de sueño e intentar mantener unas rutinas. Y ante las emociones de ansiedad es recomendable hacer actividades relajantes y tranquilas, como paseos, escuchar música o baños relajantes.
Belén Pozo
Psicóloga Sanitaria