Psicología Madrid ¿Qué es la agorafobia?

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Psicología Madrid ¿Qué es la agorafobia?

El concepto de agorafobia se encuentra dentro de los trastornos de ansiedad. Quienes la sufren lo expresan como un miedo o fobia a un contexto o ambiente poco seguro y peligroso. En el que se sienten desprotegidos y vulnerables a padecer una posible crisis de ansiedad. Síntomas similares a la angustia u otros síntomas incapacitantes en el acto.

 

Cada año se diagnostica este trastorno a un 1’7% de la población. La edad de inicio y con mayor predisposición se sitúa entre los 24 y los 28 años, siendo la población entre los 45 y 64 años un grupo con menor riesgo de desarrollar este trastorno.

La agorafobia se caracteriza principalmente por el temor angustioso en el que de manera cognitiva, la persona anticipa el miedo a que le ocurra algo y no pueda escapar.

Es importante diferenciar la agorafobia con la fobia a los espacios abiertos o cerrados. Por lo tanto, el temor que se siente ante el ambiente abierto o cerrado, no es el miedo real al lugar como tal. Sino el temor a perder el control y poder sufrir un ataque de pánico o de ansiedad y no poder huir. Además, es común que sientan miedo o vergüenza porque la gente les pueda ver. Ya que son síntomas muy incapacitantes y evidentes. Por todo ello, la persona llega a temer o evitar dichas situaciones por el miedo a que vuelva sucederle.

A nivel personal este trastorno acaba interfiriendo de manera significativa en la calidad de vida. Por los múltiples obstáculos que suelen tener para realizar tareas cotidianas. Como ir a hacer la compra, dar un paseo, conducir o utilizar el transporte público. También estar en lugares abiertos o cerrados o estar solo fuera de casa.

A causa de estas situaciones, en muchos casos acaban evitando o requiriendo la presencia de otras personas para sentirse protegidos. Y poder realizar estas tareas, afectando y deteriorando a largo plazo sus relaciones personales y familiares. En los casos más extremos, las personas invadidas por el miedo, pueden llegar recluirse en su casa sin salir, generando aislamiento.

La agorafobia puede cursarse con o sin ataques de pánico. Sus síntomas se caracterizan por una intensa angustia, producidas por las situaciones en las que se comienzan con ataques de ansiedad. O una ansiedad que va aumentando su intensidad y su frecuencia. Hasta comenzar a convertirse en ataques de pánico con síntomas intensos de miedo y malestar. Acompañados de ideas y sensaciones de peligro o catástrofe del que necesita escapar para calmarse. La anticipación al temor al sentir los síntomas, hace que aumenten sus miedos perdiendo el control sobre sí mismo.

Las fluctuaciones de los miedos y la evitación pueden ser debidas a múltiples factores. Como eventos estresantes, preocupaciones, enfermedades o  estado emocional. Así como consumo de alcohol, fármacos o época estacional. Por lo general, las personas con agorafobia no pueden identificar la causa de sus reacciones físicas de ansiedad, llegándolas a interpretar como indicadores de peligro. Esta atribución lleva a las personas a acudir al médico con múltiples síntomas y con un alto malestar fisiológico del que no encuentran nada.

Si presenta algunos de estos síntomas o se encuentra en esta situación, es recomendable acudir a un psicólogo, para poder poner en marcha un plan de tratamiento específico con el fin de fortalecer y reestructurar a nivel cognitivo, disminuir los síntomas y restaurar la calidad de vida.

Referencia bibliográfica:

– Bados López, A. (2017). Agorafobia y pánico: Naturaleza, evaluación y tratamiento (2017).

– Olivares Olivares, P., Costa Moreno, F., & Olivares, J. (2016). Evaluación y tratamiento de un caso de agorafobia sin trastorno de panic. Revista De Casos Clínicos En Salud Mental, 4(1).

Rocío Delgado

Psicóloga Sanitaria

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