Psicología Madrid: Distorsiones cognitivas
Las distorsiones cognitivas son esquemas y percepciones erróneas de cómo se interpreta y se procesa la información que sucede en el entorno, así como uno se ve así mismo. Estas distorsiones causan un alto malestar emocional, debido a las creencias y a la incorrecta percepción de ver las cosas, si no es controlado, pueden llegar a interferir de manera significativa en el estado psicofisiológico, pudiendo derivar en futuros trastornos.
Las experiencias negativas pasadas, los miedos, las inseguridades, el entorno, el perfeccionismo, hacen que la visión del mundo y de las relaciones con los otros, puedan verse influenciadas y distorsionadas por creencias irracionales y por una autocrítica negativa sobre cómo hacer, pensar y sentir.
La autocrítica es una voz interna que está permanentemente en la cabeza y puede acabar siendo el peor enemigo de uno mismo, ya que tiende a juzgar, incapacitar, maximizar las debilidades o infravalorar la manera de enfrentarse y de sentir situaciones de la vida. Esta voz es sana en su justa medida, la autocrítica ayuda a aprender, a cambiar, a mejorar muchos aspecto de la persona, pero dependiendo de cuánto se la escuche y se la crea, hará que aumente la probabilidad de que se cumpla todo lo negativo que “dice o imagina”, además de hacerla más fuerte y de que esté más presente al enfrentarse a situaciones del día a día, invadiendo a la persona de ansiedad, miedos, inseguridades y preocupaciones, entre otros.
En mayor o menor medida, las ideas irracionales son un componente presente en todos los seres humanos, lo importante es saber oírla, detectarla, analizarla y buscar alternativas más funcionales de gestionar y de pensar, para poder sentirse mejor y crear una fortaleza emocional, un nuevo esquema cognitivo y una visión sana de percibirse y de ver la vida.
Hay muchos tipos de distorsiones cognitivas. Cada persona tiende a unas u otras con mayor o menor intensidad. Esto dependerá de variables como el tipo de personalidad, la historias de vida, el entorno,…
Algunas de las distorsiones más comunes son:
- Pensamiento de tipo dicotómico o polarizado, en el que se piensa desde los extremos (todo o nada, bueno o malo, fuerte o débil…), no teniendo en cuenta los puntos intermedios y no evaluando las cosas de manera realista.
- Pensamiento catastrofista, es la tendencia a pensar e imaginar de manera catastrofista cualquier situación que se percibe como peligrosa y desgraciada. Este tipo de pensamiento suele formularse con “Y si…”.
- Filtraje negativo, la persona centra la atención en “lo malo o en lo incorrecto” de una situación, dejando a un lado lo positivo.
- Descalificar las cosas buenas o neutras que suceden y que se hacen, transformándolas en hechos en negativos y erróneos.
- Anticipación del futuro adivinando e imaginando la incapacidad, el rechazo y sentimiento desagradable al enfrentarse ante una situación, predisponiendo a la persona a que finalmente acierte y suceda lo que se había pensado.
- Adivinar el pensamiento y sacar conclusiones apresuradas que tienen los demás sobre uno mismo.
- Maximizar los errores, temores o imperfecciones y minimizar las cualidades y los logros.
- Razonamiento emocional sobre los pensamientos y las creencias. Este es un tipo de razonamiento erróneo porque los sentimientos y las emociones se encuentran distorsionados por la parte cognitiva.
Una excesiva carga emocional puede llegar a interferir en las creencias y la visión de uno mismo.
Rocío Delgado
Psicóloga Sanitaria