Pérdida de voz o afonía

Pérdida de voz o afonía
En la actualidad debido al ritmo de vida que llevamos es muy común que suframos perdidas de voz o que notemos que de un día a otro esta nos cambie.
Aparecen molestias tras un duro día de trabajo, después de salir a cenar o después de un día entero con los niños.
Esto se incrementa en aquellas personas que tienen un trabajo donde el uso de la voz ocupa franja horaria más amplia de lo normal.
En personas que sufren estrés ya que esta tensión se transmite a los músculos fonatorios causando tensiones y fatigas y aquellas personas con hábitos fonatorios alterados.
Si nos sentimos identificados con las palabras anteriores. Lo primero que debemos hacer es acudir al otorrino para descartar la presencia de lesiones  en las cuerdas vocales. En el caso de tenerlas adaptar la rehabilitación.
El primer objetivo del programa de higiene vocal debe ser identificar y eliminar los factores que causan abuso o mal uso de la voz.
Después promover conductas adecuadas y sanas. El mal uso vocal es la utilización inadecuada de la voz.
Algunas conductas que implican mal uso vocal son hablar con un tono incorrecto, aumento de tensión, ataques vocales bruscos o esfuerzos.
El abuso vocal es una conducta más violenta y dañina que el mal uso.
Se trata de comportamientos con efecto traumático sobre las cuerdas vocales. Algunas conductas abusivas son hablar en ambientes ruidosos, hablar mucho, habla a un volumen muy alto, hablar con esfuerzo durante un período inflamatorio, chillar, carraspear o toser, y realizar ruidos con la voz.
Algunas de las recomendaciones que podemos llevar a cabo son:
  • Recomendaciones sobre el ambiente:
    • Evitar lugares muy secos (no abuso de aire acondicionado y calefacción)
    • Evitar cambios bruscos de temperatura
    • No inhalar productos químicos (amoniaco, lejía…)
  • Recomendaciones hacia la persona:
    • No fumar
    • Evitar el consumo de alcohol
    • Beber agua de manera constante
    • Descansar correctamente, ya que la fatiga se refleja en la voz.
    • Evitar bebidas muy frías o muy calientes.
    • Mantener una alimentación sana.
    • Mantener una postura corporal correcta
    • Atender a los síntomas de alerta, aumento de las disfonías, mayor tiempo de recuperación, incremento en la fatiga vocal.
  • Recomendaciones sobre la voz:
    • No hablar en ambientes ruidosos
    • Procurar no chillar ni hablar gritando
    • No carraspear continuamente ni toser fuerte
    • No hablar en exceso (siempre que sea posible hacer descansos de 15-20 minutos de silencio).
    • Evitar los ataques vocales bruscos.
    • Evitar la sensación de ahogo al hablar, siempre tiene que sobrar algo de aire cuando terminamos de hablar.
    • Hablar con el tono óptimo
    • Hidratarse correctamente
    • Evitar tensiones en la musculatura de la cara cuellos y hombros, debe evitarse tener tensionada la lengua la mandíbula o apretar los dientes durante el habla.
Logopeda Sara Rolle