Necesidad de recursos en Salud Mental

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Necesidad de recursos en Salud Mental

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), actualmente a nivel mundial, los recursos económicos y humanos destinados para Salud Mental, siguen siendo muy escasos y más del 80% de estos recursos están destinados a hospitales psiquiátricos en los que parece que se “presta atención a una pequeña proporción de las personas que lo necesitan”. Se considera de gran importancia el hecho de que todas las personas en cualquier parte del mundo puedan tener acceso a la atención sanitaria, incluida la atención a la Salud Mental, siendo la prevención del suicidio una de las prioridades a tener en cuenta en la actualidad por el aumento de casos. Según los datos de la OMS de 2018, en el año 2016 el suicidio representó una cifra en torno a 793.000 fallecimientos.

Existen diferencias en cuanto a la disponibilidad y al uso de los servicios de Salud Mental en función de los países de bajos, medios y altos ingresos. Diferencias en atención social, servicios ambulatorios, servicios infanto-juveniles y en el número de trabajadores y de camas disponibles. Por ejemplo, en los países de ingresos bajos, hay 1 trabajador por cada 100.000 habitantes y 72 trabajadores, en los de ingresos altos. Respecto al número de camas, hay menos de 7 camas en países de bajos y medios ingresos y más de 50 en los de altos ingresos y en el caso de menores de edad, este número es inferior a 1 por cada 100.000 habitantes a nivel mundial.

Ya en el año 2013, la OMS, estableció el Plan de Actuación Integral para la Salud Mental con la idea de promover los derechos humanos y de prevenir y fomentar la misma, disminuir la mortalidad, la morbilidad y la discapacidad de aquellas personas con trastornos mentales, además de facilitar el acceso a la atención y mejorar la recuperación de los pacientes. Para todo ello, se establecieron cuatro objetivos:

  • Estrategias de prevención y promoción.
  • Más formación, información, investigación y fortalecimiento de sistemas de información.
  • Mejorar las políticas, los programas y los planes de Salud Mental.
  • Proporcionar dentro del ámbito comunitario servicios más eficaces.

Pero, para lograr estos objetivos, es importante que haya un compromiso por parte de los Estados Miembros de la Organización Mundial de la Salud.

Información obtenida de, www.infocop.es/view_article.asp?id=7601

Miriam Benavides

Psicóloga Sanitaria